Quienes manejan el Estado deben de ser visionarios, más que una cualidad individual, este debe de ser un EJERCICIO de quienes dirigen la nación. Aquellas personas que nacen con dicha virtud y logran estar en una posición relevante, pasan a la historia, sin embargo, la humanidad no puede darse el lujo de depender de virtudes extraordinarias de individuos, para hacer de la condición de proyectar obras al futuro, un requisito indispensable en el manejo de la cosa pública.
¿Qué hubiese sido hoy de la Ciudad de Santo Domingo, si avenidas como la Jhon F. Kennedy o la Winston Churchill, fueran de un solo carril en vez de tres?
Y eso, que no hablamos de visionarios como quienes construyeron y proyectaron ciudades milenarias como Paris, New York, Madrid, Ciudad de México, Buenos Aires, Barcelona, Berlín, entre otras, que así como cuentan con barrios de algunas calles estrechas de épocas en donde el transporte era a caballos o en carretas, al mismo tiempo su proyección urbana, desde entonces, en sentido general contó con la visión de grandes espacios, no solo para el parque vehicular (incluso, hasta en casos inexistente), también para la salud, la educación, la cultura, el ocio y el ornato perimetral céntrico.
Debo de reconocer que ha sido un gran logro de este Gobierno recuperar los terrenos donde estuvo el emblemático colegio Maharishi, pero me llama la atención de que no se percaten de la cantidad de problemas que se pueden solucionar en ese espacio y el legado que significaría.
¿Cómo es posible que algo tan preciado y difícil de conseguir, como un terreno abundante en plena Circunscripción No.1 de esta ciudad capital, no sea objeto profundo de estudio de las necesidades actuales y futuras de una zona tan poblada y diversa como la denominada “Los Kilómetros”?
Se recuperan CINCUENTA MIL METROS CUADRADOS, en los tiempos en los que recientemente declaran a la prensa que los Centros de Atención Integral a la Discapacidad (CAID) tiene una lista de espera de 3,200 niños y niñas, por falta de espacio, donde además, se sabe que en el Plan de Edificaciones Escolares, las zonas urbanas y urbano marginales fueron las más afectadas por falta de terrenos. Aun hoy, después de mas 20 mil aulas adicionadas; podemos comprobar que estas zonas no han podido disminuir su cantidad de alumnos por aula a la misma medida que el resto del país. Es principalmente en las zonas urbano marginales, donde padres y madres han tenido que recurrir a educación privada, de igual o mayor costo que la publica -aunque no de mejor calidad en la mayoría de los casos- por falta de escuelas en una zonas como esta, cuya población es en una gran parte vulnerable ¿Cómo no aprovechar y utilizar ese terreno con mayor inteligencia y creatividad?
Además, los comunitarios de la zona han solicitado a gritos que les hagan un hospital.
¡Estamos hablando de CINCUENTA MIL METROS! ¿Cómo el Presidente de la República, Luis Abinader, va a dejar pasar esta gran oportunidad por alto? Estoy de acuerdo con la necesidad de parques y espacios recreativos, pero es que ALCANZA para eso y más.
Digamos que destinamos 30 mil metros cuadrados a zona verde, recreativa y deportiva, luego tomamos 10 mil metros cuadrados para la educación construyendo una escuela secundaria, una escuela primaria y una estancia infantil, a la salud le dedicamos 3 mil o 5 mil metros cuadrados para un hospital y 2 mil metros cuadrados a un CAID, sin dejar un edificio de parqueos comunitario de varios pisos de 1mil metros cuadrados, y aún queda espacio.
Los caminos y senderos, la pista de patinaje, entre otros, que la Alcaldía del Distrito quiere hacer en dichos terrenos, pueden coexistir con las edificaciones que describo, y que son una necesidad real de esta comunidad.
Ya lo he dicho en otros escritos, creo que finalmente este es un país con mala suerte, porque el desperdicio de oportunidades como esta, se ha convertido en algo muy común, mientras la clase política anda con la cabeza en otra cosa.