Un estudio de la Universidad de Reading advierte que la regeneración de la capa de ozono, considerada un logro ambiental tras décadas de prohibiciones a los gases contaminantes, podría provocar un aumento mayor de las temperaturas en el planeta.
Según los investigadores, este proceso generará un efecto invernadero adicional que anularía buena parte de los beneficios climáticos derivados de la eliminación de los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC).
La investigación concluye que, combinada con el aumento de la contaminación atmosférica, la recuperación del ozono incrementará el calentamiento global hasta un 40 % más de lo estimado en proyecciones anteriores. Entre 2015 y 2050, se calcula que este fenómeno podría añadir 0,27 vatios por metro cuadrado de energía adicional retenida en la superficie terrestre.
Este nivel convertiría al ozono en el segundo mayor contribuyente al calentamiento climático para 2050, solo superado por el dióxido de carbono, que alcanzaría los 1,75 vatios por metro cuadrado en el mismo período.
El profesor Bill Collins, autor principal del estudio, subrayó que la prohibición de los CFC y HCFC ha sido un paso positivo, ya que permitió reparar la capa de ozono que protege de los rayos ultravioleta dañinos.
Sin embargo, señaló que esa misma recuperación conlleva un efecto colateral: “Hemos descubierto que este proceso calentará el planeta más de lo que pensábamos originalmente”.