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Un informe publicado en 2024 por el Departamento de Estado de los Estados Unidos revela que la República Dominicana figura entre los cinco países latinoamericanos con mayor porcentaje de rechazo en las solicitudes de visa tipo B, destinadas a viajes por turismo o negocios.
Con un 43.38% de denegaciones, el país caribeño se sitúa por debajo de Nicaragua (58.71%), Cuba (53.35%), El Salvador (52.65%) y Haití (47.35%), que encabezan la lista regional con los niveles más altos de rechazo. Otros países que también presentan tasas elevadas son Honduras (42.61%), Venezuela (37.40%), Ecuador (36.99%) y Guatemala (30.84%).
En contraste, algunas naciones del Cono Sur, como Uruguay (2.63%), Argentina (8.9%) y Brasil (15.48%), presentan cifras considerablemente menores, lo que indica un índice de aprobación más alto en sus solicitudes de visado. También figuran con tasas más bajas Costa Rica (12.66%), México (13.87%), Paraguay (18.09%) y Panamá (19.93%).
Desde el 1 de octubre de este año, una nueva medida impulsada por la administración Trump ha introducido un cargo adicional obligatorio de US$250 para solicitantes de visas temporales como las de turismo, estudio o negocios—, con el objetivo de reducir el riesgo de estadías prolongadas no autorizadas.
Este cargo actuará como un depósito reembolsable, siempre que el viajero cumpla con los términos establecidos en su visa. Entre los requisitos figuran no aceptar empleo durante la estancia, no exceder el tiempo permitido y, en caso necesario, tramitar una extensión o ajuste de estatus legal.
Aunque se ha confirmado que el reembolso será posible, el procedimiento exacto aún no ha sido detallado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), entidad encargada de aplicar el cobro. La normativa también establece que, a partir de 2026, el monto será ajustado anualmente en función de la inflación.