
Raphy Pina reaccionó públicamente a la demanda federal presentada por Daddy Yankee en Puerto Rico, en la que el exintérprete urbano lo acusa —junto a su exesposa Mireddys González y otros colaboradores— de fraude, manipulación documental y asignación indebida de autorías musicales.
La demanda, sometida por Ramón Ayala (Daddy Yankee) y su empresa Los Cangris Inc., sostiene que Pina y González habrían modificado documentos de copyright y split sheets para desviar regalías y colocar indebidamente a terceros como coautores. También se alega que se firmaron acuerdos sin el consentimiento del artista, lo que habría afectado la gestión de su catálogo musical.
Pina, quien fue productor, mánager y socio de Ayala durante años, es uno de los principales señalados en el expediente.
En una publicación extensa en redes sociales, Pina afirmó que su silencio previo no debía interpretarse como temor. En el mensaje, defendió su trayectoria al lado de Daddy Yankee y sostuvo que todo lo construido entre ambos está “documentado y certificado”.
Aseguró que su respeto por la figura pública del artista se mantiene, pero diferenció eso del vínculo personal con “Ramón Ayala”, donde afirmó que desempeñó múltiples roles en su carrera.
Pina también cuestionó el uso de discursos religiosos para justificar decisiones que, a su juicio, no reflejan coherencia, y advirtió que no permitirá que “manipulen la historia”.
El productor comentó que está “enfocado en su familia y en la verdad”, aunque se mantiene firme ante el proceso judicial. Además, sugirió que una conversación directa entre Daddy Yankee y Mireddys González podría resolver parte del conflicto.
El mensaje concluye insistiendo en que la verdad “siempre sale caminando sola”, mientras el caso continúa avanzando en los tribunales y se convierte en uno de los episodios legales más relevantes para la industria urbana en Puerto Rico.