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El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, afirmó este domingo que su gobierno no reaccionará “por despecho” ni guiado por “emociones” ante los aranceles del 31 % impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump a las importaciones sudafricanas.
“Son asuntos que vamos a seguir tratando de manera muy responsable y adecuada. No somos un gobierno que actúe solo por despecho, ni por emociones”, expresó Ramaphosa durante una asamblea del Congreso Nacional Africano (CNA), su partido.
El mandatario defendió que Estados Unidos, “como país soberano, tiene derecho a tomar las decisiones que quiera”, pero confirmó que su administración está evaluando el impacto económico de estas nuevas medidas.
El pasado viernes, el ministro de Relaciones Internacionales y Cooperación, Ronald Lamola, detalló que los aranceles podrían afectar seriamente sectores clave como la industria automotriz, la agricultura, los alimentos procesados, los metales y los productos químicos. Aunque algunos sectores, como el acero, los fármacos y ciertos minerales estratégicos obtuvieron exenciones, Lamola advirtió que el resto de las tarifas tendrá consecuencias en términos de empleo y crecimiento económico.
Ante este panorama, Pretoria ya trabaja en diversificar sus destinos de exportación, buscando nuevos mercados en África, Asia, Europa, Oriente Medio y América.
Los aranceles forman parte de una ofensiva más amplia de Trump, quien el jueves impuso un arancel universal del 10 % sobre las importaciones y sanciones adicionales a países considerados “peores infractores” en materia de comercio.
El presidente estadounidense también anunció la suspensión indefinida de la ayuda financiera a Sudáfrica, tras acusar al gobierno de Ramaphosa de “confiscar tierras de la minoría blanca afrikáner” y de perjudicar a Israel con su denuncia de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).