
Soy metro “user” hace muchos años; de las que vino del campo y aprendió a andar la capital por debajo de la tierra. Recuerdo, que cuando empecé a usarlo había un agente del CESMET (Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro y Teleférico) en cada vagón.
El trabajo de estos muchachos, todos muy jóvenes, los recuerdo, consistía entre otras cosas, en solicitar asientos para las embarazadas, niños, envejecientes y discapacitados. Cada vez que subía una persona con cualquiera de las condiciones de vulnerabilidad antes mencionadas, se escuchaba una voz potente que cortésmente decía: “Un asiento por favor”.
Era muy raro que no apareciera un buen samaritano que en automático cediera el “suyo”, con gran espíritu de solidaridad.
Ahora, es escaso encontrar un CESMET en atención, pendiente de las personas que abordan con la necesidad de ir sentados; se les ve distraídos y, en algunos casos, muy ocupados con sus dispositivos “Smartphones” .
Y como si fuera un juego de naipes, también es escaso encontrar buenos samaritanos que sin solicitárselo cedan “sus asientos” a las personas para quienes están predestinados.
Este artículo no busca reprender ni señalar a los servidores del CESMET, quienes, quizás hartos de tratar con gente descortés, prefieren hacerse de la vista gorda; tampoco acusar a los usuarios que, agotados muchas veces, se colocan sus audífonos y fingen no ver ni oír para evitar la culpa de las miradas de reproche.
Esto es un llamado a rescatar el ADN de la Cultura Metro, a que lo hagamos bien entre todos, para que no se pierda lo bueno, lo bien hecho; la calidad, la gentileza, la amabilidad y lo humano. Para fomentar la sana convivencia, el respeto por los demás y preservar lo que nos es tan útil.
A las autoridades, recuerden que la capacitación continua es importante, refrescar los conocimientos es imprescindible para mantener viva la misión, visión y valores de este importantísimo medio de transporte de “la capital”. No dejemos que se pierda lo que nos hace humanos: la amabilidad, la cortesía y la solidaridad. Esto es un llamado a la acción.