El presidente de Rusia, Vladímir Putin, concluyó este viernes en San Petersburgo una extensa reunión con Steve Witkoff, emisario especial del expresidente estadounidense Donald Trump, en la que trataron, entre otros temas, posibles vías para alcanzar una solución pacífica al conflicto en Ucrania.
El encuentro se llevó a cabo a puerta cerrada en la Biblioteca Presidencial de la ciudad y se prolongó por más de cuatro horas, según información publicada por la agencia Interfax. Esta es la tercera reunión entre Putin y Witkoff en un período de dos meses.
Witkoff abandonó el lugar sin hacer declaraciones públicas y se dirigió directamente a su hotel en la ciudad. Antes del encuentro con el líder ruso, mantuvo un intercambio preliminar con Kiril Dmítriev, emisario presidencial para la cooperación económica internacional. En la reunión también participó Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para asuntos internacionales.
Dmitri Peskov, portavoz oficial del Kremlin, había señalado previamente que el objetivo del encuentro era "transmitir a Witkoff los elementos principales de la postura de Rusia y las mayores preocupaciones del país".
"Witkoff, como representante especial del mandatario de EE. UU., Donald Trump, llevará un mensaje de su presidente a Putin. Él lo escuchará y la conversación continuará sobre diversos aspectos del arreglo en Ucrania", expresó Peskov, aunque advirtió que no se esperaban resultados inmediatos. "No hay que esperar avances. Existe un proceso de normalización de las relaciones y un intento de allanar el camino para iniciar un proceso de paz en torno a Ucrania. Las partes intercambian sus posturas", agregó.
Poco antes del encuentro, Trump publicó un mensaje en Truth Social pidiendo a Rusia que actúe para frenar la violencia en el frente de batalla:
“Rusia tiene que actuar. Demasiadas personas están MURIENDO, miles cada semana, en esta guerra terrible y sin sentido. Una guerra que nunca debería haber ocurrido, que no habría sucedido si yo hubiera sido presidente”, escribió.
Desde la oficina de Trump, la portavoz Karoline Leavitt expresó que el exmandatario sigue frustrado por la falta de progreso en las negociaciones de paz. "El presidente ha sido muy claro al manifestar su continua frustración con ambos bandos en este conflicto, y desea ver el fin de la guerra", afirmó Leavitt. Aun así, recalcó que Trump considera que EE.UU. conserva suficiente "influencia" para facilitar un acuerdo, y que él está decidido a impulsar ese proceso.
Por otro lado, Moscú ha advertido que podría retirarse el 16 de abril de la actual tregua energética acordada con Ucrania, alegando incumplimientos continuos por parte de Kiev. Si el alto el fuego no se concreta antes de fin de mes, Washington podría imponer nuevas sanciones contra Rusia, ya sea a través del poder ejecutivo o con respaldo legislativo, según informes de medios estadounidenses.