
La psicoterapeuta Vanessa Espaillat, especialista en terapia infantojuvenil, familiar y de pareja, afirmó en el programa Solo para Mujeres que poner límites es una herramienta esencial para la salud emocional, tanto en relaciones familiares como de pareja, y que hacerlo no significa ser egoísta, sino proteger el bienestar personal.
Espaillat explicó que los límites enseñan a las personas cercanas a reconocer las necesidades del otro y favorecen una convivencia equilibrada. “Los límites nos protegen y ayudan a que el amor fluya. Muchas veces la gente se ama, pero como no hay límites, el conflicto opaca ese afecto”, señaló.
Agregó que aprender a decir “esto no me agrada” o “en este momento no puedo” es parte del autocuidado, especialmente en el hogar. “Una madre que nunca se detiene y no tiene espacio para sí misma se agota. La falta de límites termina pasándole factura a la salud mental”, explicó.
Sobre la culpa, que muchas personas sienten al poner límites, Espaillat aclaró que es una reacción inicial. “Al principio el otro puede enojarse o resistirse, pero con el tiempo se adapta. La culpa disminuye cuando entiendes que poner límites no daña a nadie, sino que te evita daños a ti”.
La psicoterapeuta también enfatizó que amar no implica complacerlo todo. “Una familia sana puede ser diferente, discutir ideas y seguir siendo unida. El límite no rompe vínculos, los ordena”.
El programa recordó que establecer límites permite vivir relaciones más respetuosas, evitar cargas emocionales innecesarias y fortalecer la identidad personal.