Una empresa británica de análisis médicos personalizados lanzó una prueba de ADN que identifica si una persona es genéticamente intolerante al alcohol, informó el Daily Mail.
El test analiza una mutación genética relacionada con la incapacidad de metabolizar adecuadamente el alcohol.
Yiannis Mavrommatis, experto en nutrigenética, explicó que quienes poseen esta mutación suelen experimentar síntomas como dolores de cabeza, taquicardia, mareos y malestar general tras consumir pequeñas cantidades de alcohol.
En casos graves, estos efectos incluyen náuseas, vómitos, palpitaciones y dificultad para respirar.
Esta intolerancia se debe a la falta de aldehído deshidrogenasa (ALDH), una enzima encargada de eliminar el acetaldehído, un subproducto tóxico que se produce al descomponer el alcohol. La prueba podría ofrecer una herramienta útil para quienes buscan entender mejor su reacción al alcohol.
Explica Mavrommatis que una variación genética provoca entonces la producción de una variante defectuosa de ALDH, que hace que el acetaldehído se acumule en el cuerpo, lo que a su vez puede suscitar los efectos adversos ya mencionados y otros más, comúnmente asociados con la resaca.
De este modo, la prueba que ofrece la compañía My Health Checked ayuda a identificar la presencia de los polimorfismos rs671 y rs1229984 del gen que codifica la enzima ALDH, y así determinar si la persona tiene el «riesgo de sufrir efectos secundarios desagradables por beber alcohol».
«Permite explicar por qué alguien puede estar experimentando síntomas graves, incluso si consume la misma cantidad de alcohol que otros», añade Mavrommatis.
A quienes tienen esa enzima defectuosa, Mavrommatis, quien forma parte del equipo de expertos de My Health Checked, recomienda tomar abundante agua durante la ingesta de alcohol, además de seguir una dieta equilibrada, evitar el estrés y dormir bien. «Cuando se quiera beber alcohol, hay que hidratarse bien, comer antes y, por supuesto, evitar su consumo excesivo», detalla.
Al respecto, Isabela Ramos, nutricionista de la empresa, explica que bebidas como el vodka, el whisky y el ron tienen mayores concentraciones de alcohol, lo que puede empeorar los síntomas.
Además, señala que mezclar las bebidas alcohólicas con diluentes como el agua tónica también puede ayudar a «mitigar los síntomas» en aquellas personas con sensibilidad.
«Sin embargo, la opción más segura es consumir bebidas con bajo contenido de alcohol o sin alcohol, minimizando la cantidad de etanol que deba metabolizarse», concluye.