Nodus International Bank, con sede en Puerto Rico, enfrenta una demanda por presunto fraude, luego de un esquema que habría provocado la pérdida de más de 90 millones de dólares en depósitos. De acuerdo con los abogados, cientos de clientes en Estados Unidos, Venezuela y otras regiones resultaron afectados
Uno de los dueños del banco, Juan Francisco Ramírez, fue notificado de la demanda esta semana. La querella fue presentada el 6 de febrero ante un tribunal federal en el sur de Florida. Mientras tanto, los abogados están en proceso de notificación al otro copropietario, Tomás Niembro Concha.
Marta Colomar García, abogada del bufete Diaz Reus que representa a Driven, la entidad encargada de la liquidación del banco, afirmó que los clientes perdieron sumas considerables de dinero, afectando gravemente sus finanzas personales. Según Colomar García, algunos depositantes habían ahorrado toda su vida y, debido a esta situación, no pueden cubrir gastos médicos esenciales, como tratamientos de diálisis.
Niembro, quien poseía el 60% de las acciones del banco y fungía como presidente, y Ramírez, propietario del 40% y presidente de la junta directiva, están acusados de gestionar los fondos de los clientes como si fueran propios. Además, las esposas de ambos figuran en la lista de acusados en la demanda.
El banco obtuvo su licencia en 2009 y comenzó a operar en 2010. Sin embargo, en febrero de 2012, la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras de Puerto Rico inició una investigación que reveló varias violaciones a las regulaciones contra el lavado de dinero. Para octubre de 2017, las autoridades detectaron “graves deficiencias financieras y administrativas”.
En marzo de 2023, tras recibir múltiples denuncias de clientes sobre la negativa del banco a procesar transferencias millonarias, la entidad reguladora propuso una liquidación voluntaria. Finalmente, en octubre de 2023, la oficina revocó la licencia del banco y designó un receptor para su administración.
Según Driven, Nodus tiene una deuda aproximada de 92 millones de dólares con sus clientes, y más del 95% de su cartera de préstamos carece de garantías. La demanda se enfoca en 28,5 millones de dólares de estas pérdidas, relacionadas con dos presuntos esquemas fraudulentos.
Uno de estos esquemas involucra la concesión de préstamos personales millonarios por parte de los propietarios del banco, con un promedio de 14.000 dólares por prestatario. Aunque muchos de estos cultivos fueron saltados, aún quedan pendientes 2,3 millones de dólares de Ramírez y 341.000 dólares de Niembro.
Driven ha solicitado un juicio con jurado para determinar la responsabilidad de los propietarios y otros involucrados en el caso.