
El presidente de la Federación Dominicana de Porcicultores, Miguel Ángel Olivo, aseguró que el mercado nacional contará con suficiente carne de cerdo durante las festividades navideñas, a pesar de que la producción local ha sido severamente afectada por la peste porcina africana (PPA), enfermedad que ha provocado la reducción de más del 60 % de la porcicultura en el país.
Durante su participación en El Sol de la Mañana, Olivo explicó que, aunque la PPA no representa ningún riesgo para la salud humana y la carne puede consumirse sin inconvenientes, el virus diezma la productividad de las granjas, obligando al sacrificio y entierro de los animales para evitar su propagación. Indicó que muchas granjas, tanto pequeñas como grandes, llevan años cerradas debido a la persistencia de la enfermedad.

El dirigente porcicultor precisó que el precio del cerdo en granja se ha mantenido estable, rondando entre 150 y 155 pesos por kilo en pie, mientras que el cerdo asado al consumidor puede alcanzar precios cercanos a los 500 pesos la libra, dependiendo de la zona y el intermediario. Aclaró que el cerdo pequeño utilizado para asar es suplido principalmente por productores de menor escala, mientras que las granjas tecnificadas abastecen el mercado con animales de mayor peso.
Olivo cuestionó versiones oficiales sobre un aumento de la producción nacional y sostuvo que, debido al impacto del virus, no es posible hablar de un repunte significativo. Señaló que el abastecimiento se sostiene en gran medida por las importaciones, favorecidas por la liberalización arancelaria vigente desde 2020, y que este año podrían superar los 300 millones de dólares en carne de cerdo importada.
Asimismo, criticó el manejo inicial de la crisis sanitaria y reiteró que la Federación propuso desde el inicio la eliminación total del hato porcino, como se hizo en 1979, para reiniciar la actividad desde cero con un nuevo modelo productivo.
Advirtió que la velocidad de propagación del virus supera los programas de control actuales, lo que continúa generando pérdidas económicas, desempleo y el cierre de establecimientos vinculados a la cadena porcina.
Finalmente, subrayó que la compensación estatal por los animales sacrificados no cubre el valor genético real de las granjas y llamó a fortalecer las políticas de bioseguridad y apoyo al sector, al tiempo que reiteró a la población que puede consumir carne de cerdo con tranquilidad durante la temporada navideña.
Cinco palabras clave