
El presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Smith Augustin, solicitó este jueves a los miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que cambien la narrativa que rodea a su país, considerándolo esencial para enfrentar la profunda crisis que atraviesa la nación caribeña.
Augustin destacó la dimensión transnacional de la crisis de seguridad en Haití y enfatizó la necesidad de deconstruir los prejuicios que presentan al país como un problema para la región. "Ningún país es un problema para otro país o región", afirmó durante la inauguración de un simposio sobre la situación haitiana en la sede de la OEA, en Estados Unidos.
En su discurso, convocado a solicitud de las autoridades haitianas, Augustin explicó que, en conversación con el secretario general Luis Almagro, se acordó que para "resolver con éxito la crisis" en Haití es fundamental "comprenderla y cambiar la narrativa que la acompaña, tanto a nivel nacional como internacional".
El líder haitiano mencionó el tráfico ilegal de armas que sufre el país, señalando que, según informes de la ONU, muchas de estas armas provienen de Estados Unidos, transitan por República Dominicana y terminan en Haití. "Haití no produce armas ni municiones, pero cientos de miles de armas de fuego circulan libremente en nuestro suelo, alimentando el crimen y la corrupción", sostuvo.
Augustin también cuestionó la presentación de la crisis de seguridad en Haití como una amenaza para la región. Propuso considerar cómo los problemas no resueltos en países vecinos afectan negativamente a Haití y agravan su situación interna. "Haití no es el lugar donde residen las principales fuerzas detrás de los grandes problemas relacionados con el crimen organizado transnacional", subrayó.
En este sentido, Augustin planteó que Haití es más bien víctima de estas amenazas. "Los países más débiles son los que más sufren", afirmó. "Las devastadoras consecuencias del tráfico ilícito en el Caribe evidencian esta realidad".
El líder haitiano también enfatizó la necesidad de cooperación y solidaridad internacional en la lucha contra este flagelo. "Cuantos más países se ven afectados por estas estructuras criminales, más grave se vuelve el problema y más difícil resulta solucionarlo desde un solo país", advirtió.
Finalmente, Augustin aseguró que el Consejo Presidencial de Transición continuará sus esfuerzos por restablecer la seguridad, recuperar la legitimidad institucional, reactivar la economía nacional y encaminar a Haití hacia elecciones libres y creíbles. "Esta misión, aunque difícil, sigue siendo alcanzable. Dependemos en gran medida de la solidaridad regional e internacional para lograrlo, pues existe un deber compartido", concluyó.