
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, resultó ileso este martes tras un ataque con piedras y presuntos disparos contra la caravana en la que se desplazaba hacia la provincia andina de Cañar, en medio de las protestas indígenas que desde septiembre sacuden al país.
La ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, confirmó que el vehículo en el que viajaba el mandatario presenta impactos de bala, aunque Noboa salió ileso. “Aparecieron unas 500 personas lanzando piedras y también hay signos de bala en el carro del presidente”, declaró la funcionaria.
Videos difundidos por la Presidencia ecuatoriana muestran el momento del ataque: los proyectiles golpean los vidrios de los automóviles mientras se escucha a miembros del equipo presidencial gritar “¡agachen la cabeza!”.
Tras el incidente, el gobierno presentó una denuncia por tentativa de asesinato contra el jefe de Estado. Cinco personas fueron arrestadas y serán investigadas por terrorismo, delito que en Ecuador puede ser castigado con hasta 30 años de prisión.
Pese al ataque, Noboa continuó con su agenda oficial y participó en un acto público en Cuenca, a 70 kilómetros del lugar del atentado. Desde allí, condenó los hechos:
- “No vamos a permitir que unos pocos vándalos impidan que trabajemos por ustedes. La ley aplica para todos”.
Las movilizaciones, lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), comenzaron el 22 de septiembre, en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, que elevó el precio del galón de 1.80 a 2.80 dólares.
El conflicto ha dejado un manifestante muerto, más de 150 heridos y cerca de 100 detenidos, según cifras oficiales y de organizaciones de derechos humanos.
El gobierno de Noboa, que enfrenta simultáneamente una guerra contra el crimen organizado, sostiene que entre los manifestantes hay infiltrados de bandas criminales como el Tren de Aragua, aunque no ha presentado pruebas públicas.
