La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras, Ana Paola Hall, advirtió que enfrenta riesgos que podrían afectar su libertad e integridad física durante la etapa final del escrutinio de las elecciones generales celebradas el 30 de noviembre. La funcionaria aseguró que el proceso avanza en un ambiente de alta tensión política.
Hall hizo la advertencia a través de la red social X, donde señaló que el conteo se desarrolla bajo amenazas, campañas de desinformación y presiones políticas. Indicó que estas acciones se han intensificado justo cuando está previsto iniciar el recuento especial de 2,773 urnas que presentan inconsistencias detectadas por el órgano electoral.
La presidenta del CNE explicó que las presiones no solo buscan desacreditar el trabajo institucional, sino generar un clima de intimidación en una fase clave del proceso.
La funcionaria recordó que ha sido blanco de amenazas de muerte dirigidas tanto a ella como a su familia. Además, denunció señalamientos infundados sobre supuestas afinidades políticas, los cuales —según afirmó— buscan poner en duda su imparcialidad.
Pese a este escenario, Hall aseguró que continuará al frente de sus funciones hasta que concluya el proceso electoral, reafirmando su compromiso con la legalidad y la transparencia del escrutinio.
Al momento de la denuncia, el escrutinio alcanzaba el 99.40 % de las actas. Los resultados preliminares colocan en primer lugar al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, seguido por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, y Rixi Moncada, del partido oficialista Libre.
Las elecciones han estado marcadas por acusaciones de fraude, confrontaciones entre fuerzas políticas y advertencias sobre posibles acciones judiciales contra miembros del CNE. Este contexto ha elevado la presión sobre la autoridad electoral, en momentos en que se revisan las actas observadas.
Aunque no pidió medidas concretas, la advertencia de Hall pone el foco en la necesidad de garantías de seguridad para quienes dirigen el proceso electoral. La recta final del conteo se perfila como decisiva no solo para los resultados, sino también para la estabilidad institucional del país.