En la República Dominicana solo ostenta el título de cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, que por su edad y condiciones de salud ya no está en la lista de los convocados para participar en el cónclave para elegir del nuevo papa, sin embargo, en otros países existen varios cardenales, incluso más de uno con derecho al voto, lo que ha sido motivo de muchas interrogantes.
Al abordar la inquietud sobre la razón detrás de esta representación que muchos consideran limitada, Jovanny Kranwinkel, vocero de la prensa católica de la Arquidiócesis de Santo Domingo, dejó claro que el nombramiento de cardenales es una prerrogativa exclusiva del papa y que el número de cardenales depende de múltiples factores.
Además señaló que esto no debilita la posición de la iglesia dominicana, ya que las decisiones importantes se toman de manera colegiada a través de las conferencias episcopales.
“La elección de los cardenales es prácticamente una facultad que tiene el papa y elige el perfil que él entiende en ese momento de la historia con las personalidades de los obispos que él ve”, indicó Jovanny Kranwinkel. Como ejemplo de decisiones inesperadas en este ámbito, mencionó el caso de El Salvador, donde el papa Francisco optó por hacer cardenal al obispo auxiliar, Gregorio Rosa Chávez, en lugar del arzobispo titular.
Según explicó, el número de cardenales que un país puede tener no está regido por reglas fijas, sino que depende de múltiples factores, entre ellos la cantidad de arquidiócesis y provincias eclesiásticas que existen en el territorio. En el caso de República Dominicana, actualmente hay dos provincias eclesiásticas: Santo Domingo y Santiago, cada una con su correspondiente arquidiócesis y arzobispo.
“Por ejemplo, Santo Domingo tiene como diócesis sufragáneas a San Pedro de Macorís, Higüey, Baní, San Juan de la Maguana y Barahona; mientras que la provincia del Cibao abarca diócesis como La Vega, San Francisco de Macorís, Mao, Puerto Plata y Santiago”, detalló Kranwinkel.
Kranwinkel también abordó el tema desde una perspectiva regional, señalando que la Iglesia no establece barreras políticas o raciales para la designación de representantes.
“Cuando Haití no tuvo cardenal, le pedí asistencia al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, que incluso ordenó obispos haitianos”, recordó, destacando la naturaleza universal de la Iglesia.
En este sentido, mencionó que actualmente el cardenal haitiano Chibly Langlois puede representar espiritualmente a toda la isla en algunos contextos.
Sobre la percepción de que la falta de un mayor número de cardenales podría debilitar la posición de la Iglesia dominicana en el Vaticano, Kranwinkel fue enfático: “Eso no quita la gobernabilidad de los arzobispos”. Añadió que las decisiones de mayor impacto suelen tomarse de forma colegiada a través de las conferencias episcopales, las cuales funcionan como órganos de unidad dentro del cuerpo eclesiástico.
Durante la entrevista en el programa radial Esto No Tiene Nombre que produce Roberto Cavada, también compartió su experiencia reciente en Cuba, donde participó en encuentros pastorales y fue testigo del compromiso de religiosas dominicanas que han servido durante décadas en condiciones muy difíciles.