
La rápida integración de la inteligencia artificial en el entorno corporativo está generando un cambio sin precedentes. Expertos del sector advierten que todas las empresas necesitarán un especialista en IA para 2026, sin margen de espera ni proyecciones a largo plazo.
Esta advertencia, planteada por David Nilssen, cofundador y CEO de Guidant Financial, refleja un punto de quiebre en la gestión empresarial y anticipa una transformación profunda en la forma de operar de las organizaciones.
Nilssen destaca que la IA ya forma parte del día a día laboral: “Tus empleados ya están usando herramientas de IA todos los días. El verdadero desafío es si las gestionas con estrategia o dejas que operen sin control ni supervisión”.

Para el ejecutivo, la clave del éxito está en dirigir conscientemente esta transición tecnológica: las compañías que no lo hagan, asegura, quedarán rezagadas en tiempo récord.
El especialista en inteligencia artificial no es simplemente un programador ni un experto en prompts. Según Nilssen, se trata de una figura capaz de vincular los problemas del negocio con soluciones de IA, identificar oportunidades de automatización, integrarlas de manera segura con los datos de la empresa y acompañar a los equipos en su uso cotidiano.
Esta posición se vuelve urgente por el avance de los gigantes tecnológicos. “Microsoft, Google y AWS ya están insertando IA en todos sus servicios”, remarca el ejecutivo. A esto se suman nuevas normas y marcos regulatorios, que crearán una combinación de “accesibilidad y responsabilidad” que obligará a las empresas a adaptarse o asumir riesgos crecientes.
Nilssen identifica dos áreas críticas: productividad y riesgo.

Un especialista en IA garantiza el equilibrio entre aprovechar las herramientas y proteger los datos.
Nilssen desmiente algunas ideas extendidas:
El experto recomienda buscar perfiles con experiencia comprobable, capaces de mostrar automatizaciones o asistentes implementados en entornos reales con resultados medibles.
En cambio, advierte sobre quienes presentan la IA como algo casi “mágico”: si no pueden hablar de gobernanza, limitaciones técnicas y estrategias de adopción, es probable que generen más caos que beneficios.
Fuente: Infobae.