
Una protesta en defensa del medio ambiente terminó en caos este viernes en la provincia de Sánchez Ramírez, cuando agentes de la Policía Nacional utilizaron bombas lacrimógenas, disparos al aire y perdigones para dispersar a decenas de miembros de la comunidad que manifestaban su rechazo a la deforestación de una zona boscosa, atribuida a la minera Barrick Pueblo Viejo.
El enfrentamiento ocurrió cerca del río Naranjo, en la comunidad del mismo nombre, donde los residentes se oponen a lo que consideran un grave daño ecológico provocado por la empresa, supuestamente vinculada a trabajos para construir una nueva presa de cola.
Varias personas fueron detenidas durante el operativo, aunque las autoridades aún no han proporcionado cifras oficiales sobre los arrestos. Videos grabados por los propios manifestantes y difundidos en redes sociales muestran escenas de confusión, gritos de auxilio debido a los efectos de los gases y nubes de humo envolviendo a los presentes.
"Nos están disparando; no les importa que haya niños y mujeres", se escucha decir a uno de los manifestantes en una de las grabaciones.
Los denunciantes aseguran que la intervención policial fue violenta y desproporcionada, y acusan a Barrick de operar sin considerar las consecuencias sociales y ambientales de sus actividades extractivas.
"Están destruyendo nuestros bosques y nuestras fuentes de agua, y cuando alzamos la voz, nos reprimen", expresaron miembros de la comunidad.
Hasta el momento, la empresa no ha ofrecido una respuesta pública a los señalamientos de los pobladores, mientras crece el malestar en la zona por lo que los residentes califican como una amenaza directa a su entorno y su modo de vida.