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La Policía Nacional de Haití (PNH) conmemoró este jueves su 30 aniversario en medio de un panorama marcado por la precariedad operativa, la violencia armada y la falta de recursos básicos para enfrentar a las bandas criminales que dominan amplias zonas del país.
Un informe divulgado por la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) denuncia que muchos agentes se han visto obligados a abandonar sus hogares por miedo a represalias y viven en casas de familiares, amigos o incluso en las propias comisarías donde prestan servicio.
La ONG advierte que los policías enfrentan condiciones laborales inaceptables, sin infraestructura adecuada ni equipamiento mínimo. Además, perciben salarios muy por debajo de los riesgos y responsabilidades que asumen a diario en un contexto que la organización califica como “extremadamente hostil”.
Entre junio de 2024 y junio de 2025, al menos 33 agentes fueron asesinados en una decena de ataques armados contra patrullas e instalaciones policiales y penitenciarias. Solo entre enero y junio de este año, 16 policías perdieron la vida.
El informe también señala que los pocos equipos que han recibido las fuerzas del orden han sido donados por socios internacionales, mientras que los adquiridos por la administración anterior eran de mala calidad e inadecuados.
La RNDDH insta a una reforma profunda de la institución policial que priorice la dignificación del trabajo de los agentes, incluyendo mejoras salariales, primas de riesgo, prestaciones, garantías de carrera y condiciones adecuadas para el desempeño de sus funciones.
El país caribeño atraviesa una grave crisis de seguridad y una violencia generalizada, que ha dejado solo en los tres primeros meses de 2025 más de 1,600 muertos y casi 600 heridos, según datos de la ONU. En 2024, la violencia cobró la vida de al menos 5,626 personas.
La Misión Multinacional de Asistencia a la Seguridad, liderada por Kenia, continúa desplegada en Haití en apoyo a las fuerzas de seguridad locales, pero la situación sigue siendo crítica.