El exfutbolista Gerard Piqué declaró este viernes en el juzgado de Majadahonda por el caso del traslado de la Supercopa a Arabia Saudita, donde su empresa Kosmos Holding actuó como intermediaria con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y recibió una comisión millonaria.
Su defensa optó por la misma estrategia que el exjugador ha defendido en muchas ocasiones, según ha recogido Europa Press. Es decir, que Kosmos Holding cobró una millonada por mediar en las negociaciones del traslado de la Supercopa, pero que esto es una «operación habitual». Aunque Piqué llegó al juzgado con una sonrisa en los labios, terminó su declaración llorando. «Hace años que se está dañando mi reputación», lamentó entre lágrimas.
Piqué llegó al juzgado poco después de las nueve de la mañana, vestido de manera elegante y sonriendo, pero evitando hacer declaraciones a la prensa. Dentro de la sala, optó por responder solo a la jueza, a la fiscal y a su abogado, rechazando contestar las preguntas de las otras partes. Su defensa ha remarcado que su intervención en el contrato fue totalmente legal y dentro de los parámetros habituales de este tipo de operaciones. También ha justificado la adenda que amplió el contrato tres años más, alegando una «relación de confianza» con la RFEF.
Antes de abandonar la sala, Piqué pidió hacer una última intervención para expresar su malestar por el caso y el «daño» que le ha causado a su «reputación». En ese momento, el exjugador del Barça no pudo contener la emoción y se puso a llorar delante de la jueza. La investigación forma parte de la Operación Brodie, que examina presuntas irregularidades en la RFEF bajo la dirección de Luis Rubiales. Los informes de la Guardia Civil han señalado a Piqué como una figura clave en el acuerdo de la Supercopa y han solicitado información sobre posibles cuentas bancarias en Arabia Saudita, Andorra y la República Dominicana vinculadas a él y otros implicados. MoneSport