La República Popular Democrática de Corea (RPDC) logró, en la última década, convertir su programa militar en una de las arquitecturas balísticas más avanzadas del mundo.
Pese a las sanciones internacionales y a una economía limitada, el régimen de Kim Jong-un prioriza el desarrollo de misiles nucleares con el objetivo de construir un sistema de disuasión capaz de enfrentar a rivales regionales y a Estados Unidos.

Este avance lleva a Pionyang a codearse con potencias nucleares como India y Pakistán, e incluso a superarlas en algunas áreas, como los vehículos planeadores hipersónicos maniobrables y los misiles intercontinentales móviles de combustible sólido.
Durante el desfile militar del 11 de octubre de 2025, en el 80.º aniversario del Partido del Trabajo de Corea, Pionyang presentó sus desarrollos más recientes. Entre ellos destacó el Hwasong-20, un misil intercontinental móvil de tres etapas y combustible sólido, con un alcance estimado superior a 15.000 kilómetros, capaz de alcanzar cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos.

Este sistema, aún sin pruebas de vuelo, representa un salto tecnológico frente a modelos anteriores. Mientras tanto, el Hwasong-18 ya se encuentra desplegado en cantidades limitadas y cuenta con un alcance de hasta 12.000 kilómetros, reforzando la capacidad estratégica del país.
En paralelo, Corea del Norte mantiene operativos misiles de combustible líquido como el Hwasong-17, de unas 100 toneladas de peso y también con alcance intercontinental. Aunque más lento de desplegar, sigue formando parte del arsenal.
Los misiles de alcance medio, con rangos entre 1.000 y 5.500 kilómetros, constituyen otra pieza clave. El Hwasong-16B, probado en abril de 2024, integra una ojiva planeadora hipersónica capaz de maniobrar a gran velocidad, dificultando su intercepción por los sistemas antimisiles.
A este se suma el Hwasong-11Ma, un sistema dual con alcance estimado de 1.000 kilómetros, aún en fase de preparación para pruebas. Su capacidad teórica lo convierte en una amenaza potencial para unidades navales, incluidos portaaviones.

Otro misil destacado es el Pukguksong-2, adaptado para plataformas terrestres, con capacidad nuclear y alcance de hasta 1.500 kilómetros.
En septiembre de 2023, Corea del Norte botó su mayor submarino nacional, el Héroe Kim Gun-ok, equipado con lanzadores para misiles balísticos y de crucero. Este submarino transporta misiles Pukguksong-5, con un alcance mínimo estimado de 3.000 kilómetros.

Con este desarrollo, la RPDC se suma al reducido grupo de países con capacidad de lanzar misiles balísticos desde submarinos, fortaleciendo su poder de disuasión nuclear desde el mar.
Los misiles de corto alcance también forman parte esencial del arsenal. El KN-25, con alcance de 400 kilómetros, fue utilizado recientemente en ejercicios que simulan un contragolpe nuclear táctico. Su precisión y capacidad de vuelo guiado lo diferencian de sistemas tradicionales.
El Hwasong-11 (KN-23), similar al Iskander ruso, cuenta con versiones terrestres y ferroviarias, con capacidad para portar ojivas nucleares compactas y alcanzar cualquier objetivo en Corea del Sur.
Otros modelos como el KN-24 y Hwasong-11D ofrecen menores alcances, pero mayor capacidad de disparo múltiple, lo que amplía sus opciones tácticas en escenarios de conflicto.
El avance norcoreano evidencia una apuesta sostenida por la autonomía tecnológica y la presión disuasiva. A través de la diversificación de plataformas —terrestres, marítimas y móviles—, Pionyang consolida un sistema que redefine el panorama balístico en Asia-Pacífico.
Aunque la magnitud exacta de su arsenal sigue siendo incierta, el desarrollo constante de nuevas generaciones de misiles confirma que Corea del Norte transformó su vulnerabilidad histórica en un poder estratégico de alcance global.
Fuente: Actualidad.