Petro reclama a Marco Rubio y a Bernie Moreno por sus señalamientos luego de atentado contra Miguel Uribe

El presidente de Colombia no dejó pasar por alto que recién se dio el ataque contra el también congresista del Centro Democrático, los dos servidores públicos estadounidenses lo calificaron de incendiario ante su retórica en contra de sus contradictores políticos.

En la noche del domingo 15 de junio, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, rechazó de nuevo los asesinatos de la congresista estadounidense Melissa Hortman y su esposo Mark Hortman, y de paso le reclamó al secretario de Estado, Marco Rubio, y al representante Bernie Moreno, luego de los señalamientos que le hicieron recién ocurrió el atentado contra del precandidato presidencial Miguel Uribe en Colombia.

“Desde Colombia, y desde todos los sectores de la Política Colombiana, rechazamos con profunda indignación el asesinato político de la legisladora demócrata Melissa Hortman y de su esposo en Minnesota, y lo también ocurrido contra el senador John Hoffman y su esposa en Champlin, quienes fueron heridos gravemente [sic]”, afirmó en su cuenta oficial de la red social X.

Pero no dejó pasar por alto que recién se dio el ataque contra el también congresista del Centro Democrático, los dos servidores públicos estadounidenses lo calificaron de incendiario ante su retórica en contra de sus contradictores políticos.

“En nombre de la Paz y de la Democracia del Mundo, le pido al Secretario de Estado Marco Rubio, al Senador Bernie Moreno y a otros políticos americanos que salieron tan prontamente a dar declaraciones injustificadas contra mi y contra el gobierno del Cambio, que así como condenaron tan expeditamente el atentado contra el joven Senador colombiano Miguel Uribe, también condenen con la misma firmeza y determinación el discurso político violento que se promueve desde el inicio de su gobierno [sic]”, afirmó.

El gobernante recordó que Rubio en un comunicado instó a que no se retrocedería en Colombia a las épocas de violencia de décadas recientes y que el mandatario moderara su lenguaje, para no exacerbar la violencia.

“Habiendo visto de primera mano el progreso de Colombia durante las últimas décadas para consolidar la seguridad y la democracia, no puede permitirse retroceder a los oscuros días de violencia política. El presidente Petro debe moderar la retórica incendiaria y proteger a los funcionarios colombianos”, señaló entonces el Secretario de Estado.

Mientras que el representante a la Cámara estadounidense, de origen colombiano, no solo expresó su preocupación por la situación de seguridad y calificó al jefe de Estado de incendiario. “El presidente Petro está avivando las llamas, diciendo cosas que son radicales, está siendo una agenda de peligro para Colombia. Lo que le pasó a Miguel Uribe y a Trump es terrible y similar”, sostuvo.

De acuerdo con esos señalamientos, el presidente de la República cobró, luego de los atentados contra los congresistas que se perpetraron el sábado y que cobró la vida de Hortman y su esposo.

“Esta retórica contra todos aquellos que, como yo, no piensan o quieren como su gobierno, y que alimenta en todo el mundo la violencia política y de facto, tiene consecuencias gravísimas como la sucedida recientemente en su propio país, e ilustra sobre la hipocresía de un doble discurso político, dependiendo de quién se trate [sic]”, expresó.

No obstante, volvió a rechazar la violencia en el país norteamericano y expresó su deseo de que se pueda superar la violencia política.

“Es tiempo de Paz y no de Guerra. Acompañamos al Pueblo Americano en estos difíciles momentos [sic]”, afirmó.

El sábado ya se había referido al tema y se victimizó asegurando que desde los Estados Unidos llegaron a responsabilizarlo por el ataque contra Miguel Uribe, que lucha por su vida en la fundación Santa Fe desde el pasado fin de semana, luego de que un menor de edad le disparara cuando se encontraba en un evento de campaña en el occidente de Bogotá.

Se recuerda que la legisladora estadounidense, expresidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, y su esposo fueron asesinados el viernes 13 de junio.