
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una contundente advertencia este sábado a su gabinete: todos los ministros deben firmar el decreto que convoca a una consulta popular sobre la reforma laboral, o de lo contrario, serán destituidos de inmediato.
«El ministro que no firme el decreto presidencial de inmediato se irá», escribió el mandatario en su cuenta de X, al tiempo que subrayó: «El poder presidencial es poder del pueblo».
El decreto en cuestión, cuyo borrador ya está preparado según el ministro del Interior, Armando Benedetti, será presentado "a más tardar" el 12 de junio, como respuesta directa al rechazo de la iniciativa por parte del Senado el 14 de mayo pasado.
Críticas y advertencias por parte de la oposición
La instrucción de Petro provocó una rápida reacción de sectores opositores, quienes aseguran que el decreto violaría el marco constitucional colombiano y que quienes lo firmen incurrirían en el delito de prevaricato.
«La situación es sencilla: cualquier ministro que firme el inconstitucional decreto de Gustavo Petro para convocar la consulta popular, ignorando la decisión del Senado, será denunciado por prevaricato», advirtió la congresista Carolina Arbeláez, del partido Cambio Radical.
Desde la oposición se argumenta que, al haber sido rechazada la consulta en el Congreso, el Ejecutivo no puede insistir de manera unilateral sin violar el orden constitucional.
Petro, por su parte, ha insistido en que la votación legislativa estuvo viciada y que «se debe respetar la voluntad del pueblo», afirmando que el Congreso actuó de manera engañosa al bloquear su propuesta.
El modelo laboral en disputa
El proyecto original de reforma laboral impulsado por el gobierno incluía disposiciones como la contratación a término indefinido como norma, el aumento del pago por trabajo en domingos y festivos, y la ampliación del horario nocturno. Sin embargo, fue archivado por una comisión del Senado en marzo.
Actualmente, el Congreso está estudiando una nueva versión del proyecto, que ya ha superado el tercer debate en el Senado. Sin embargo, ha sido criticada tanto por el Ejecutivo como por sectores sociales, quienes la califican de reforma “descafeinada”.
«Lo que tramita el Senado no es mi reforma laboral; contiene partes de ella, pero le agregaron un artículo que la derriba por completo: la contratación por horas. Esto hace que el salario mínimo, la jornada diaria de ocho horas, las horas extras y, sobre todo, la estabilidad laboral sean ineficaces», denunció Petro.
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, también expresó preocupaciones respecto a las diferencias entre las versiones aprobadas por el Senado y la Cámara, haciendo un llamado a la conciliación legislativa: «Defenderemos los pilares fundamentales: el contrato a término indefinido como regla, los recargos laborales, la formalización y el derecho a la estabilidad».