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Un 60 % de las personas hospitalizadas por COVID-19 durante las etapas más críticas de la pandemia continúan padeciendo secuelas como dolores de cabeza y problemas respiratorios, de acuerdo con un estudio realizado en Lombardía, Italia, región que fue el epicentro inicial de la pandemia en Europa.
El análisis también identificó que uno de cada diez pacientes con casos más leves, atendidos por médicos de cabecera, sigue enfrentando síntomas persistentes, entre ellos insomnio, alteraciones metabólicas, complicaciones neurológicas y dificultades para respirar.
El proyecto Pascnet, liderado por la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, evaluó datos clínicos de más de 1,200 pacientes, representativos de una población de 10 millones de personas en Lombardía. Este grupo incluye a un 45 % de individuos mayores de 50 años y un 22 % con enfermedades cardíacas previas. Los investigadores identificaron que la edad avanzada, las enfermedades preexistentes y el consumo de alcohol o tabaco son factores clave que aumentan el riesgo de desarrollar secuelas a largo plazo.
Claudio Lucifora, coordinador del estudio y profesor de Economía Política, destacó que los resultados permitirán mejorar el diagnóstico y tratamiento de los pacientes que continúan afectados por el síndrome post-COVID. "Estos hallazgos son cruciales para perfeccionar la atención médica y los servicios de salud pública", señaló.
El estudio también evidenció el impacto indirecto de la pandemia en el sistema de salud. Durante el periodo crítico, los servicios sanitarios de Lombardía sufrieron un retraso estimado de 4,5 meses, lo que generó una reducción del 25 % en la atención ambulatoria, afectando principalmente a personas mayores y pacientes con enfermedades crónicas. Este retraso también perjudicó servicios esenciales de prevención y detección temprana.