
La marca de agua embotellada Perrier, reconocida como una de las más prestigiosas del mercado, se encuentra en el centro de un escándalo luego de que una investigación periodística revelara que un tercio del agua mineral vendida en Francia habría sido sometida a métodos de filtración no autorizados.
Expertos señalan que, en el caso de Perrier, el tratamiento del agua podría estar vinculado a los efectos de la sequía y a riesgos de contaminación en los acuíferos de los que se abastece la marca.

La polémica se ha intensificado después de que medios franceses y un informe del Senado cuestionaran el papel del gobierno del presidente Emmanuel Macron en lo que describen como un intento de mantener el asunto fuera del debate público.

Aunque las autoridades sanitarias afirman que el agua sigue siendo segura y apta para el consumo, la compañía podría verse obligada a dejar de usar la denominación “agua mineral natural” si se confirma el uso de procesos de filtración prohibidos por la normativa europea.

Perrier, que forma parte del grupo Nestlé Waters, no ha emitido hasta el momento un pronunciamiento detallado sobre las acusaciones, aunque ha reiterado su compromiso con la calidad y seguridad de sus productos.

El caso ha generado un amplio debate en Francia sobre la regulación de las aguas embotelladas, el impacto del cambio climático en los recursos hídricos y la transparencia en la comunicación al consumidor.