El ejército israelí bombardeó una tienda de campaña en Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, donde se encontraban reunidos varios periodistas. El ataque dejó un saldo de al menos un muerto y nueve heridos. La víctima fatal fue Ahmed Mansour, periodista de Palestine Today, quien fue alcanzado por esquirlas y luego consumido por las llamas mientras trabajaba en su computadora portátil.
La escena fue grabada y difundida en redes sociales: gritos, oraciones, desesperación. El cuerpo de Mansour, inmóvil entre las llamas, intentó moverse en un último reflejo antes de sucumbir al fuego. La tienda, construida con láminas de plástico altamente inflamables, se convirtió rápidamente en una trampa mortal.
“En Gaza no tenemos nada. Vivimos y trabajamos en tiendas hechas de plástico. Cuando cayó el misil, Ahmed no pudo moverse. Las llamas lo consumieron”, relató Salma Kaddoumi, fotoperiodista gazatí y colega del fallecido.
El ejército israelí reconoció el ataque y justificó su acción alegando que el objetivo era un presunto miembro de Hamás infiltrado entre los periodistas. Sin embargo, organizaciones de prensa y testigos rechazan esta versión. “Siempre la misma mentira. Solo quieren evitar que documentemos sus crímenes”, denunció Kaddoumi, quien también ha resultado herida anteriormente mientras cubría el conflicto.
De acuerdo con el Sindicato de Periodistas Palestinos, más de 200 periodistas han sido asesinados en Gaza desde el comienzo de la guerra. Mientras tanto, la entrada de medios internacionales a la Franja continúa estando estrictamente prohibida.