
Paula Disla celebró recientemente sus 40 años de trayectoria artística, recordando cómo inició en el mundo del teatro desde los 12 años. A lo largo de su carrera ha explorado múltiples facetas, desde la actuación y la dirección hasta la producción, siempre con un enfoque en la creatividad y la inclusión. Destacó la importancia de sus primeros años y la influencia de maestros y compañeros que marcaron su formación.
Actualmente dirige el Grupo Siete, un colectivo de jóvenes con capacidades distintas, con quienes celebrará esta significativa trayectoria con la obra "Plaza de la Felicidad".
Paula explicó en el programa el Sol de la Mañana de este viernes, que el espectáculo busca transmitir un mensaje de inclusión y felicidad, y se presentará próximamente en la Sala Rabelo del Teatro Nacional. La obra resalta cómo el arte puede ser una herramienta de desarrollo personal y social para todos los públicos, incluyendo personas con talentos neurodivergentes.

La actriz también reflexionó sobre la situación del teatro infantil en el país. Señaló que personajes emblemáticos como María Moñito han desaparecido debido a la falta de apoyo financiero y empresarial, y la presión de la tecnología y la globalización. Para Paula, el teatro sigue siendo relevante y necesario para los niños, pero requiere de estímulo constante, tanto del sector privado como de la institucionalidad.
Sobre la ley de mecenazgo, Disla resaltó los avances recientes y cómo esta legislación ha permitido que grupos teatrales como Hormigas accedan por primera vez a recursos que antes eran inaccesibles. Destacó la importancia del apoyo constante de personas y entidades comprometidas con la cultura, lo que ha permitido la continuidad de proyectos culturales y educativos en diferentes comunidades del país.
En relación a la tanda extendida, Paula recordó su participación en el desarrollo del currículo de arte y teatro infantil dentro del sistema educativo. Aunque reconoció los avances de los gobiernos en la infraestructura y el fortalecimiento de la educación, enfatizó los retos que persisten, como la falta de cupos y recursos adecuados, y la necesidad de aprovechar al máximo las oportunidades que brinda esta modalidad educativa.
Finalmente, la actriz subrayó la relevancia del arte como medio de inserción laboral y expresión para personas con capacidades especiales. Señaló que su experiencia personal le permitió abrir oportunidades en el teatro, y ahora busca que los jóvenes de su grupo también puedan desarrollarse profesionalmente en esta área, demostrando que la inclusión y la cultura pueden ir de la mano para formar ciudadanos plenos y creativos.