
Aproximadamente 350,000 pasajeros se vieron afectados este viernes debido a la huelga iniciada por unos 450 maquinistas sindicalizados del sistema ferroviario NJ Transit, que conecta Nueva Jersey con Nueva York. Es la primera vez en más de 40 años que ocurre un paro de esta magnitud en la red.
La huelga comenzó pasada la medianoche del jueves, después de que los conductores rechazaran una propuesta salarial de la administración de NJ Transit. El conflicto se desarrolla en medio de una complicada situación de transporte en el estado, que también enfrenta cancelaciones y retrasos aéreos en el aeropuerto de Newark debido a fallos técnicos en el sistema de control de vuelos.
Las negociaciones entre el sindicato Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen y la gerencia de la empresa concluyeron sin llegar a un acuerdo, lo que llevó a miles de personas a buscar alternativas para desplazarse, incluyendo transbordadores, autobuses públicos y servicios privados de transporte.
En su página web, NJ Transit informó que su plan de emergencia contempla aumentar en un 20 % la capacidad de las rutas de autobuses desde Nueva York, además de contratar empresas privadas para cubrir los trayectos más críticos durante las horas de mayor demanda.
Con estaciones desiertas en todo el estado, los trabajadores se concentraron frente a la sede central de NJ Transit, en Newark, donde exigieron mejoras salariales. Tom Haas, presidente del sindicato, declaró a The New York Times que mantuvo la esperanza hasta el último momento, pero no se logró cerrar un trato. “La otra parte tiene que ofrecerles un salario justo y razonable, comparable al que ganan otros maquinistas de la zona”, señaló, en referencia a empresas como Long Island Railroad, Metro-North, PATH y Amtrak.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, lamentó la situación y afirmó que su administración ha hecho todo lo posible para evitar la huelga. “Durante las últimas semanas y meses, hemos estado trabajando las 24 horas para prevenir esta huelga y mantener NJ Transit operando a plena capacidad”, señaló.
También criticó la medida al señalar que “un pequeño grupo de maquinistas”, de entre los más de 12,000 empleados de la red, está “paralizando todo nuestro sistema de transporte”.