
Defensores de los derechos civiles y de los inmigrantes exigieron este lunes a la FIFA que garantice que el Mundial 2026 se celebre sin la presencia de operativos migratorios en los estadios de Estados Unidos. Esto se debe a denuncias de que agentes federales han asistido a partidos del Mundial de Clubes, lo que ha generado miedo y ha provocado una baja asistencia de fanáticos.
En una rueda de prensa frente a la sede de la FIFA en Miami, representantes de varias organizaciones recordaron que los aficionados asisten para disfrutar del fútbol, no para enfrentar temores migratorios, haciendo referencia al polémico centro de detención "Alligator Alcatraz" en los Everglades.
"Que no haya presencia de ICE en los partidos", reclamó Yareliz Méndez, coordinadora de política del American Friends Service Committee (AFSC). Además, instó a la ciudad de Miami y al condado de Miami-Dade a suspender los acuerdos 287(g), que permiten la colaboración entre la policía local y las autoridades migratorias, lo que crea incertidumbre entre los residentes.
Los activistas denunciaron que este ambiente ha afectado la asistencia al Mundial de Clubes, ya que las entradas se venden por menos de cuatro dólares y aun así no logran llenar los estadios, a pesar de una inversión de 46 millones de dólares por parte del condado.
Thomas Kennedy, de la Coalición de Inmigrantes de Florida, y Will Mann, del Community Justice Project, advirtieron que los acuerdos 287(g) convierten a las policías locales en extensiones de ICE, generando un miedo constante entre las comunidades migrantes, con posibles consecuencias mayores durante el Mundial de 2026.
Paul Christian Namphy, de Family Action Network Movement (FANM), exigió a la FIFA que garantizara públicamente el respeto a los derechos de los asistentes y trabajadores, advirtiendo que, de no hacerlo, el Mundial podría ser recordado como un evento caótico.
Los activistas también criticaron a la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, por no pronunciarse sobre las operaciones migratorias, a pesar de formar parte del comité organizador de los juegos.
Asimismo, denunciaron la construcción del centro de detención en los Everglades bajo la administración del gobernador Ron DeSantis, un proyecto que ha desviado la atención del Mundial de Clubes, y anunciaron protestas durante la visita del presidente Trump a la región.
El documentalista Billy Corben, quien apoyó la protesta, envió un mensaje directo a la FIFA: “Protejan a sus fanáticos. No permitan que ICE entre a los estadios. Si lo hacen, perderán dinero, reputación y el espíritu mismo de estos juegos”.