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Una operación policial lanzada este martes en Río de Janeiro —la más letal en la historia de la ciudad brasileña— dejó al menos 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, confirmó este miércoles la Defensoría Pública regional.
La institución, encargada de ofrecer asistencia legal gratuita, actualizó la cifra de fallecidos luego de que residentes de los barrios afectados salieran a buscar a sus familiares desaparecidos y comenzaran a reunir decenas de cuerpos en una plaza.
Desde la madrugada de este miércoles, funcionarios de la Defensoría acompañan las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los principales focos de la operación, y se mantienen presentes en los institutos forenses responsables de la identificación de los cadáveres, según un comunicado oficial.
El organismo indicó además que ha recogido testimonios de habitantes y familiares de las víctimas para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante una violencia estatal nunca vista”.
Por su parte, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, afirmó en rueda de prensa que por ahora tiene constancia de 58 fallecidos, aunque reconoció que la cifra “seguro cambiará” conforme avance el conteo.
En la plaza de la Penha, los familiares colocaron los cuerpos —todos hombres— uno al lado del otro sobre el suelo, ante la mirada consternada de los vecinos.
El Gobierno regional informó en un comunicado que los sospechosos fueron abatidos tras “reaccionar” a las acciones de los agentes. La operación tenía como objetivo cumplir 100 órdenes de prisión contra miembros del Comando Vermelho, una de las facciones criminales más poderosas de Brasil, en los complejos de favelas de la Penha y el Alemão.
Durante el operativo, que contó con 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados, fueron detenidos 81 sospechosos y se incautaron 93 fusiles y media tonelada de drogas, según el último parte oficial del Gobierno regional.
Los miembros del grupo criminal respondieron a la ofensiva con bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, lo que provocó la suspensión de un centenar de líneas de autobuses y el cierre de decenas de escuelas y centros de salud.
Este miércoles, la ciudad amaneció sin nuevos bloqueos tras la jornada de caos, aunque la mayoría de los comercios y escuelas de los barrios afectados permanecen cerrados.
Fuente: Infobae