La operación de aeronaves estadounidenses desde dos aeropuertos dominicanos será exclusivamente logística y técnica, sin que implique participación dominicana en acciones bélicas ni autorización para ataques ofensivos desde territorio nacional.
Así lo explicó el coordinador de El Sol de la Mañana, Julio Martínez Pozo, al detallar los alcances del permiso firmado entre ambos gobiernos.
Martínez Pozo precisó que la vigencia del acuerdo es temporal y se extiende hasta abril del próximo año. Señaló que el permiso se sustenta en los acuerdos de 1995 y en el protocolo de 2003, que establecen el marco legal de esta cooperación.
De acuerdo con sus declaraciones en el comentario de este viernes solo operarán aviones cisterna y de carga, destinados al reabastecimiento, transporte y apoyo técnico en misiones de interdicción antidroga.
Enfatizó que, “no se incluyen naves de combate ni plataformas ofensivas”.
El comunicador aseguró que el personal estadounidense será estrictamente técnico, compuesto por tripulaciones, mecánicos, especialistas en mantenimiento y personal de seguridad aeronáutica. “No habrá tropas de combate ni unidades militares operativas desplegadas en el territorio dominicano”, subrayó.
Este permiso es el resultado de negociaciones diplomáticas cuidadosas en las que República Dominicana hizo énfasis en el respeto a la Constitución, al marco jurídico bilateral y al interés nacional, según dijo Julio Martínez Pozo. Añadió que se garantizó que la cooperación se mantenga dentro de los límites legales y operativos establecidos.
Sobre la preocupación por una posible afectación a la soberanía, el coordinador de El Sol de la Mañana afirmó que: “No es un tema de vulneración de soberanía”, al explicar que se trata de una autorización temporal y consensuada entre dos Estados.
Para ilustrar su argumento, comparó la situación con un ejemplo cotidiano. “Si usted autorizó temporalmente a un vecino o le dio una facilidad a alguien y le dice, ‘Mire, yo momentáneamente voy a usar este espacio.’ Realmente ahí a usted no le están vulnerando nada”, expresó.
Agregó que, en el contexto actual, no existe un peligro real de intervención directa de potencias sobre la existencia de los Estados nación, salvo casos excepcionales de conflictos territoriales históricos.
El comunicador también advirtió que las verdaderas amenazas actuales provienen de dinámicas globales que debilitan la cohesión de los países y fragmentan a las sociedades, alejándolas de objetivos comunes.
Finalmente, sostuvo que el rol de las grandes potencias ha cambiado y que la competencia geopolítica actual no se basa en la creación de estados satélites, sino en vínculos económicos, comerciales y estratégicos que influyen sin recurrir a la ocupación militar directa.