
La Organización de Naciones Unidas (ONU) abrió una investigación sobre el fallo de una escalera mecánica en su sede de Nueva York que afectó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a su esposa, Melania, justo cuando ingresaban al edificio para participar en la Asamblea General.
El incidente ocurrió a las 9:50 de la mañana, cuando el mandatario, acompañado por la primera dama y su delegación, atravesó las puertas de seguridad y se dirigió hacia la escalera mecánica de la entrada de delegados.
Según relató Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres, en una extensa nota publicada esa misma noche, “cuando el camarógrafo, que subía de espaldas por la escalera mecánica, llegó a la cima, la Primera Dama, seguida por el Presidente Trump, subieron los escalones de la parte inferior. En ese momento, la escalera mecánica se detuvo”.
De acuerdo con Dujarric, un técnico presente en el lugar reinició la escalera tan pronto como la delegación llegó al segundo piso. La revisión de la unidad central de procesamiento de la máquina confirmó que el paro se produjo tras la activación de ese dispositivo de protección.
El episodio, aunque menor, se convirtió rápidamente en la anécdota del día y en un nuevo punto de fricción entre la administración Trump y la ONU, en un contexto de tensiones crecientes.
Durante su intervención ante la Asamblea General, el mandatario no dejó pasar la oportunidad de mencionarlo: “Las dos cosas que recibí de las Naciones Unidas fueron una escalera mecánica defectuosa y un teleprompter defectuoso”, ironizó, en referencia también a un problema técnico ocurrido al inicio de su discurso.
Trump y Melania lograron mantener el equilibrio agarrándose del pasamanos y finalmente subieron los escalones a pie. Sin embargo, el percance lo incomodó visiblemente. Según allegados, el presidente es muy susceptible a los contratiempos durante sus apariciones públicas.
La polémica se amplificó en redes sociales. Trump expresó su disgusto en su plataforma Truth Social, mientras que Leavitt difundió incluso un extracto del diario británico The Times, que señalaba que algunos empleados de la ONU habían bromeado sobre bloquear escaleras mecánicas y ascensores durante la visita presidencial.