
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó este miércoles su “gran preocupación” ante lo que calificó como una escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, después del ataque en el mar Caribe en el que murieron once presuntos integrantes del Tren de Aragua, catalogado como una banda criminal transnacional de origen venezolano.
El portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, afirmó que las diferencias entre países deben resolverse bajo el marco de la ley internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Al ser cuestionado sobre la legalidad del operativo estadounidense, Dujarric evitó pronunciarse directamente, alegando que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado transfronterizo es un tema complejo.
“Todos sabemos que el tráfico internacional de drogas y el negocio transnacional de drogas representan una gran amenaza para la región y más allá”, señaló, insistiendo en que los esfuerzos contra ese flagelo deben realizarse “según el imperio de la ley”.

La declaración llega días después de que Venezuela solicitara la intervención del secretario general de la ONU ante el despliegue de destructores estadounidenses en aguas cercanas a su territorio, lo que Caracas considera una provocación sin precedentes.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump justificó el ataque al calificar a los once fallecidos como “narcoterroristas” y advirtió que acciones similares podrían repetirse.
“Tenemos que proteger a nuestro país, y lo vamos a hacer. Venezuela es un muy mal actor. No vamos a tolerarlo más”, declaró el mandatario en una conversación con periodistas.