
Una década después de la firma del Acuerdo de París (2015), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este martes que será “casi inevitable” superar el límite de 1,5 grados Celsius de aumento de temperatura global en los próximos diez años, debido al “insuficiente progreso” de los países y a un contexto geopolítico cada vez más desafiante.
El aviso fue emitido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en su Informe sobre la Brecha de Emisiones 2025, presentado a pocos días del inicio de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP30), que se celebrará del 10 al 21 de noviembre en Belém, Brasil.
El Acuerdo de París tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C, y preferiblemente a 1,5 °C. Sin embargo, el Pnuma advierte que ese umbral se superará “al menos temporalmente”, aunque todavía sería posible reducir la magnitud y duración del rebasamiento mediante recortes de emisiones sin precedentes.
De acuerdo con el informe, el planeta se encamina hacia un aumento medio de entre 2,3 y 2,5 grados Celsius este siglo si los países cumplen sus compromisos actuales, y de 2,8 grados si mantienen las políticas vigentes. Esto supone un ligero empeoramiento respecto al año pasado, cuando las estimaciones rondaban entre 2,6 y 2,8 grados.
El documento advierte además que la retirada prevista de Estados Unidos del Acuerdo de París en 2026 tendrá un impacto negativo, al revertir parte de los avances logrados en la reducción proyectada de temperatura.
El informe reconoce que el Acuerdo de París impulsó progresos importantes, como la reducción de costos de las energías renovables y la expansión de los compromisos de neutralidad de carbono, que hoy abarcan cerca del 70 % de las emisiones globales.
No obstante, el Pnuma concluye que el ritmo de acción es demasiado lento: las nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) apenas han reducido las proyecciones de temperatura y confirman que el mundo superará el umbral de 1,5 °C en la próxima década.
“Las naciones han tenido tres oportunidades para cumplir las promesas del Acuerdo de París, y en todas han quedado fuera del objetivo”, afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.
“Aún necesitamos recortes de emisiones sin precedentes en una ventana cada vez más estrecha y en un contexto geopolítico cada vez más desafiante”, añadió.
En 2024, las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzaron 57,7 gigatoneladas de CO₂, un 2,3 % más que el año anterior, impulsadas por la deforestación y el uso de combustibles fósiles.
El G20, responsable del 77 % de las emisiones mundiales, registró un incremento conjunto del 0,7 % el año pasado. Aunque algunos de sus miembros han presentado nuevas metas de mitigación para 2035, el Pnuma las considera “insuficientemente ambiciosas”.
El organismo insiste en que el liderazgo del G20 será “fundamental” para evitar una escalada del calentamiento y cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
El informe calcula que, de mantenerse las políticas actuales, las emisiones globales podrían reducirse solo un 15 % para 2035, muy por debajo del 55 % necesario para limitar el calentamiento a 1,5 °C.
“Las nuevas NDC y la situación geopolítica no ofrecen señales alentadoras, pero los países deben reafirmar su compromiso colectivo y la confianza en alcanzar el objetivo del Acuerdo de París”, concluye el informe del Pnuma.