
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este miércoles que alrededor de 840 millones de mujeres, equivalentes a una de cada tres a nivel global, han sido víctimas de violencia sexual o de pareja en algún momento de sus vidas. El organismo señala que, pese a décadas de esfuerzos, los avances para frenar estos abusos siguen siendo mínimos.
El informe revela que la reducción en casos de violencia de pareja ha sido particularmente lenta: en los últimos veinte años apenas ha disminuido un 0,2 % anual, una cifra que evidencia la falta de progreso a pocos días de conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El documento, que recopila datos hasta 2023, es el primero que la OMS publica en cuatro años e incorpora por primera vez estimaciones globales sobre agresiones a mujeres fuera del ámbito de la pareja. Según el organismo, al menos 263 millones han sufrido este tipo de violencia, aunque la cifra real podría ser mayor debido a la ausencia de datos en algunos países.
La OMS subraya que esta problemática recibe poca atención en términos de inversión. En 2022, solo 0,2 % de la ayuda global al desarrollo se destinó a programas para combatir la violencia contra las mujeres, un porcentaje que continúa disminuyendo. La organización advierte que el debilitamiento de la financiación agrava la vulnerabilidad de millones de mujeres y niñas, pese a que existen estrategias probadas para prevenir estos abusos.
El informe también resalta la elevada afectación en adolescentes: un 16 % de las jóvenes entre 15 y 19 años, es decir, cerca de 12,5 millones, sufrió violencia física o sexual por parte de su pareja en el último año analizado.
En términos globales, el 24,7 % de las mujeres ha experimentado violencia de pareja en algún momento de su vida. Las cifras más altas se registran en el subcontinente indio y el África Subsahariana, con tasas superiores al 31 %. Norteamérica presenta un 27,9 %, un nivel similar al de Europa y Asia Central.
En Oriente Medio y el Magreb, la cifra alcanza el 26,8 %, mientras que por debajo del promedio mundial se encuentran Latinoamérica (23,5 %) y Asia Oriental-Pacífico (18,5 %). Algunos de los países con mayores tasas incluyen Afganistán, Bangladés, Bolivia, la República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial y Sudán del Sur, con porcentajes que rondan o superan el 50 %. En Oceanía, ciertas islas del Pacífico, como Fiyi, registran niveles aún más altos.
Ante el panorama expuesto, la OMS exhorta a los gobiernos a intensificar las políticas para prevenir la violencia contra las mujeres. Entre sus recomendaciones se incluyen fortalecer los programas de prevención, ampliar las redes de apoyo —sanitario, legal y social— para víctimas y sobrevivientes, y garantizar leyes que promuevan el empoderamiento femenino.