
El abogado Olivo Rodríguez Huertas arremetió en A Diario contra el presidente Luis Abinader y el presidente del Tribunal Constitucional al calificar de "espectáculo" y "puñalada napoleónica" por la evaluación de los jueces por el Consejo Nacional de la Magistratura.
Cuestionó el empeño del mandatario de estar tan cercado de los organismos de contrapeso, a pesar de su legado político, aportes y cosas positivas, que las tiene y reconoce.
Señaló que el más reciente espectáculo negativo es la no ratificación de los jueces en la Suprema de los jueces Pilar Jiménez Ortiz, Manuel Alexis Read Ortiz y Moisés Ferrer Landrón por el CNM.
Expresó que no entiende que, pese a su discurso de cambio, transparencia y aportes, se preste a dar un estocada tan grande a la democracia al hacer un proceso en el CNM, que presidente, como dijo el periodista Aníbal de Castro, "castiano", llevando precepto específico que están en la constitución.
"Pero la gran sorpresa que un hombre como Luis Abinader, que está llamado dentro de ese cambio generacional a cambiar esa forma de hacer política, haya presidido este espectáculo que no ha concluido porque estamos a la espera del acta de cuál fue la decisión del Consejo Nacional de la Magistratura", acotó, en alusión a la evaluación de los tres magistrados no ratificados.
Olivo Rodríguez Huertas indicó que quien provocó el empate es Napoleón Estévez Lavandier y el desempate el presidente Luis Abinader.
Expresó que lo del presidente del Tribunal Constitucional ha sido calificado como la "puñalada napoleónica".
Manifestó que aunque sorprendió que el presidente Abinader actuara de acuerdo a las viejas prácticas políticas, aunque pregona cambios y transparencia, lo que va a recoger la historia es la actuación del presidente del TC.
Destacó que porque el que preside el organismo constitucional permitiera la estocada mortal a la institucionalidad del Poder Judicial y a la democracia dominicana.
"La estocada y puñalada napoleónica fue la que hizo posible esto", acotó.
Consideró triste eso debido a que la historia tenga que dedicar tres o cuatro libros a un buen amigo como Napoleón Estévez Lavandier, presidente del TC.