La construcción de la carretera Naranjo Dulce–Río Boba, anunciada como un “cordón umbilical del desarrollo” para las comunidades del municipio, se encuentra prácticamente detenida, con solo 2.5 kilómetros completados de los 15 previstos originalmente, lo que ha generado indignación y desánimo entre productores y residentes tras más de cuatro años de paralización.
El proyecto, ejecutado por la Constructora Fortuna bajo la supervisión del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), fue concebido para mejorar la movilidad rural, facilitar el transporte de productos agrícolas y garantizar el acceso a servicios esenciales.
Sin embargo, la drástica reducción del tramo trabajado ha dejado 12.5 kilómetros en completo abandono, afectando la comunicación entre comunidades y dificultando el desarrollo económico de la zona.