
Durante la 63ª Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), los obispos católicos del país emitieron un comunicado en el que llaman a las autoridades a garantizar un trato justo y respetuoso hacia los migrantes, especialmente los provenientes de Haití, al tiempo que advierten sobre el riesgo de discursos xenófobos y manipulaciones políticas de la crisis migratoria.
En su declaración, los obispos reconocen los esfuerzos del gobierno dominicano en favor de la población haitiana, como la apertura de escuelas, hospitales, mercados binacionales y permisos laborales, pero expresan su preocupación por las redadas migratorias y el uso de centros médicos como puntos de control.
“Exhortamos a nuestras autoridades a que la aplicación de las leyes migratorias se realice conforme a los principios de justicia, equidad y respeto a la dignidad humana”, señala el documento. “Rechazamos cualquier discurso que incite a la violencia, el rechazo, la marginación y la discriminación.”
El comunicado también hace eco de un mensaje del Papa León XIV del pasado 16 de mayo, en el que se recordó la necesidad de proteger la dignidad de toda persona, desde los más vulnerables hasta los migrantes, sin importar su estatus legal o nacionalidad.
Los obispos llaman a la Dirección General de Migración a evitar prácticas que contradigan el mensaje del Evangelio, como la detención de inmigrantes en hospitales, y a enfocarse en perseguir a quienes trafican con personas. Además, piden a la comunidad internacional pasar de los discursos a las acciones concretas que favorezcan la paz y el desarrollo en Haití.
La Asamblea también abordó la evaluación del trabajo pastoral de las comisiones nacionales de la Iglesia, el crecimiento espiritual en comunidades locales y la importancia de continuar evangelizando con testimonio de vida, comunión y servicio.
La declaración concluye con una oración a Nuestra Señora de la Altagracia para que guíe al país “por los caminos del Evangelio”.

