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Santo Domingo. El obispo de la Diócesis Nuestra Señora de La Altagracia, Jesús Castro Marte, exhortó a los dominicanos a vivir la Navidad desde la fe, los valores humanos y el compromiso con la patria, al considerar que estas festividades solo adquieren su verdadero sentido cuando se produce una transformación interior en las personas.
A través de un mensaje difundido en la red social X, el prelado reflexionó sobre el significado profundo de la Navidad, más allá de las celebraciones externas, señalando que esta se manifiesta en acciones concretas como el perdón, la solidaridad y el servicio desinteresado hacia los demás.
Castro Marte afirmó que la Navidad es “perdonar, construir puentes donde hay abismos, pensar en los necesitados, servir y dar sin mirar a quién”, destacando la importancia de la empatía y la cercanía con quienes atraviesan situaciones difíciles.
Mencionó gestos como acompañar a un enfermo, visitar a una persona privada de libertad o dedicar tiempo a los envejecientes como expresiones auténticas del espíritu navideño.
Asimismo, advirtió sobre los riesgos de una sociedad que coloca el dinero y el éxito material por encima de la integridad y la honestidad, señalando que cuando se pierde el humanismo, la conciencia nacional se ve afectada y la admiración colectiva puede transformarse en decepción.
El obispo sostuvo que los valores fundamentales que dieron origen a la nación dominicana se han visto erosionados y llamó a rescatarlos como parte esencial de la identidad nacional, representada en la enseña tricolor. En ese sentido, instó a los ciudadanos a no permitir que dichos principios sean transgredidos, olvidados o pisoteados.
Al concluir su mensaje, Castro Marte invitó a los dominicanos a rescatar la Patria de Duarte y restaurar la República de Luperón, reafirmando el lema “Dios, Patria y Libertad” como guía para una sociedad más justa y solidaria.
Desde una perspectiva teológica, recordó que la Navidad representa la encarnación del Hijo de Dios y subrayó que esta debe traducirse en esperanza, reconciliación y fraternidad, tanto en la vida personal como en la convivencia social.