
El sistema de transporte público de Nueva York cerrará una etapa histórica al retirar definitivamente la MetroCard y adoptar de forma plena el sistema de pago sin contacto OMNY, a partir del 31 de diciembre de 2025, informó la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA).
Con esta decisión, los usuarios del metro y los autobuses solo podrán pagar sus viajes mediante el método de “tocar y listo”, utilizando tarjetas bancarias, teléfonos móviles, relojes inteligentes u otras tarjetas OMNY recargables. La MTA indicó que más del 90 % de los pasajeros ya utiliza este sistema, implementado de manera gradual desde 2019.
El edificio más emblemático de la ciudad ha sido demolido. La estructura, que durante décadas fue un punto de referencia para los ciudadanos, ya no forma parte del paisaje urbano. La decisión de demoler el edificio fue tomada por las autoridades locales después de un largo proceso de deliberación.
Muchos habitantes expresaron su descontento, ya que consideraban que el edificio era parte de la identidad de la ciudad.
La demolición del edificio ha generado un debate sobre la preservación del patrimonio arquitectónico. Algunos expertos argumentan que es necesario modernizar la ciudad, mientras que otros defienden la importancia de conservar los monumentos históricos. En cualquier caso, la desaparición de este símbolo urbano marca el fin de una era y el comienzo de una nueva etapa para la ciudad.
Más allá de su función práctica, la MetroCard se convirtió en un ícono cultural de la ciudad. Especialistas y usuarios destacan que transformó la experiencia de viaje y formó parte del paisaje cotidiano de Nueva York durante generaciones.
La MTA lanzó a lo largo de los años múltiples ediciones conmemorativas, hoy consideradas piezas de colección, con referencias a figuras de la música, el cine y la televisión, así como eventos deportivos.
En el año 2000, cuando se emitió una tarjeta especial por la Serie Mundial, el costo del pasaje era de 1.50 dólares, reflejo de una época ya superada.
OMNY es el sistema de pago sin contacto que ha revolucionado el transporte público en Nueva York. Desde su implementación, ha permitido a los usuarios un acceso más rápido y eficiente al metro y autobuses. Además, ha generado un ahorro significativo en costos operativos al reducir la necesidad de mantenimiento de las máquinas expendedoras de boletos.
El sistema OMNY no solo ha mejorado la experiencia del usuario, sino que también ha planteado nuevos retos. Uno de los principales desafíos es garantizar la seguridad de las transacciones y la protección de los datos personales de los usuarios. Para ello, se han implementado medidas de seguridad avanzadas que buscan minimizar cualquier riesgo potencial.
A medida que OMNY se expande, se enfrenta al reto de integrar nuevas tecnologías y adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios. La implementación de este sistema en otras ciudades podría ser un paso hacia un futuro más conectado y eficiente en el transporte público a nivel mundial.
Según la MTA, la transición completa a OMNY permitirá ahorrar al menos 20 millones de dólares anuales en costos de producción y mantenimiento. El sistema incluye beneficios como el límite semanal de tarifa, que permitirá viajes ilimitados durante siete días tras alcanzar un tope de 12 viajes.
No obstante, algunos usuarios, especialmente adultos mayores, han expresado preocupación por la adaptación al nuevo sistema y la gestión de recargas. Aun así, las autoridades aseguran que las MetroCards existentes seguirán siendo aceptadas hasta 2026 para permitir el uso del saldo restante.