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El Atlántico oriental registra nuevamente actividad ciclónica con la formación de un sistema atmosférico que podría evolucionar en los próximos tres días a depresión tropical y, más adelante, convertirse en la tormenta Fernand. El fenómeno, que sigue una ruta parecida a la del huracán Erin, avanza hacia el oeste a unos 32 kilómetros por hora y ya es monitoreado de cerca por especialistas de la región.
De acuerdo con el meteorólogo Jean Suriel, las proyecciones apuntan a que este sistema llegaría a las Antillas Menores el próximo viernes. A partir de ahí, entre sábado y domingo, podría acercarse a territorio dominicano, aunque su trayectoria aún genera discrepancias entre los modelos de predicción más utilizados a nivel global.
El modelo estadounidense GFS estima que el sistema impactaría directamente a República Dominicana este sábado, mientras que el modelo europeo lo ubica al norte de Puerto Rico el domingo en la mañana. En cualquiera de los escenarios, se anticipan lluvias abundantes y episodios de inestabilidad atmosférica en la zona.
Expertos coinciden en que el sistema encuentra factores favorables para intensificarse.
Expertos coinciden en que el sistema encuentra factores favorables para intensificarse. La disminución del polvo del Sahara en los últimos días ha permitido mayor organización nubosa, y las aguas superficiales del océano presentan temperaturas más altas que la semana pasada, lo que facilita el desarrollo ciclónico.
De consolidarse, Fernand sería el sexto ciclón nombrado de la temporada 2025, en un contexto de alta actividad en el Atlántico. Por ahora no existen alertas oficiales, pero las autoridades recomiendan seguir de cerca los reportes del Instituto Nacional de Meteorología (Indomet) y otras fuentes confiables.
En paralelo, el huracán Erin, que alcanzó categoría 4, continúa influyendo en el norte de República Dominicana. Aunque su centro se encuentra a unos 365 kilómetros de Puerto Plata, su extensión de 1,450 kilómetros de norte a sur mantiene oleaje elevado y lluvias dispersas en la zona.
El fenómeno ha provocado olas de más de nueve pies y ráfagas intermitentes de viento en la costa norte, lo que agrava las condiciones marítimas justo cuando se desarrolla el nuevo sistema atmosférico que podría convertirse en Fernand.