La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó este miércoles, en segunda legislatura, una reforma constitucional que establece la pérdida de la nacionalidad para aquellos declarados "traidores a la patria". La enmienda, avalada por unanimidad, legaliza la práctica aplicada previamente a 452 ciudadanos nicaragüenses, incluidos los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, así como los obispos Rolando Álvarez y Silvio Báez.
La diputada sandinista Patricia Sánchez Urbina explicó que, según la Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y la autodeterminación para la paz, se considera "traidores a la patria" a quienes encabecen.
Con esta reforma, se elimina el artículo 20 de la Carta Magna, que hasta ahora garantizaba que ningún ciudadano nicaragüense podía ser privado de su nacionalidad, incluso si adquiriría otra. La nueva disposición formaliza que quienes sean condenados por "traición a la patria" perderán su condición de nicaragüenses y tampoco podrán postularse a cargos de elección popular.
El cambio constitucional ratificó medidas tomadas en 2023, cuando, sin estar vigente la reforma, Nicaragua despojó de su nacionalidad a 222 presos políticos expulsados hacia Estados Unidos y, días después, a figuras opositoras como Ramírez y Belli, amparándose en la Ley Especial que regula la pérdida de la nacionalidad nicaragüense.
En septiembre de 2024, el número de afectados aumentó a 452 tras la excarcelación y expulsión de 135 presos políticos hacia Guatemala, todos calificados como "traidores" por el Gobierno de Daniel Ortega.