Este miércoles entró en vigor en Nicaragua una reforma a la Constitución Política que redefine el Estado, elimina la separación de poderes y otorga un control total al presidente Daniel Ortega y a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, quien ahora ostenta el título de "copresidenta".
La reforma, que ha sido duramente cuestionada por la ONU, la OEA, Estados Unidos, el Parlamento Europeo y opositores nicaragüenses, fue publicada en el Diario Oficial, La Gaceta, 19 días después de su aprobación en segunda y definitiva legislatura.
Entre las modificaciones más significativas se encuentran:
En total, 148 de los 198 artículos de la Constitución fueron modificados, mientras que 37 fueron eliminados, incluyendo la prohibición explícita de la tortura.
El texto reformado establece que Nicaragua es un Estado "revolucionario", donde el poder lo ejerce el pueblo a través de la Presidencia de la República, que dirigirá al Gobierno y coordinará los órganos legislativo, judicial, electoral, fiscalizador y autónomos.
Además, la Presidencia será la Jefatura Suprema del Ejército, la Policía y el Ministerio del Interior. También tendrá la facultad de ordenar la intervención militar para apoyar a la Policía cuando lo considere necesario.
Otro cambio destacado es la inclusión de la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como símbolo patrio, consolidando aún más el dominio del partido oficialista.
La reforma crea la "policía voluntaria", un cuerpo auxiliar de la Policía Nacional compuesto por ciudadanos que prestarían servicio de forma voluntaria. En 2022, Ortega ya había afirmado que esta estructura jugó un papel clave en la represión de las protestas de 2018, en las que murieron cientos de personas. Organismos de derechos humanos han denunciado que estos grupos han operado como fuerzas parapoliciales bajo el mando del régimen.
Asimismo, el Estado asumirá la responsabilidad de vigilar a los medios de comunicación, impidiendo que sean "sometidos" a intereses extranjeros o que divulguen noticias falsas que, según el Gobierno, atenten contra los derechos de los nicaragüenses.
Con 79 años y en el poder desde 2007, Ortega gobierna junto a Murillo desde 2017 en un contexto de denuncias de fraude electoral y persecución a la oposición.
Desde que asumió el poder, el mandatario ha impulsado 12 reformas constitucionales, incluyendo la eliminación del límite a la reelección presidencial, lo que le permite perpetuarse en el cargo de manera indefinida.