Nicaragua contará con dos jefes de la Policía Nacional tras la aprobación de una reforma constitucional por parte de la Asamblea Nacional, controlada por Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes desde febrero ejercen como copresidentes del país.
La modificación de la carta magna permitirá a la pareja gobernante designar a dos máximas autoridades policiales de forma simultánea. La medida entrará en vigor en 2026, cuando sea ratificada oficialmente por el Congreso.
El actual director de la Policía, Francisco Díaz —consuegro de Ortega y Murillo y sancionado por Estados Unidos—, defendió la reforma asegurando que busca mejorar la eficiencia institucional frente a fenómenos como el crimen organizado, el terrorismo, el tráfico de drogas y armas, los ciberdelitos y el lavado de dinero.
“Con esta medida se fortalecerá la seguridad y se protegerá la paz del país”, declaró Díaz en medios oficiales.
Opositores nicaragüenses en el exilio consideran que la reforma no responde a motivos de seguridad, sino que constituye una herramienta para incrementar la persecución política contra los críticos del gobierno sandinista.
Según analistas, la decisión consolida aún más el poder de la pareja presidencial, que en febrero impuso un modelo de copresidencia inédito en la región, bajo el cual Ortega y Murillo ejercen conjuntamente las funciones del Ejecutivo.