El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel tiene la intención de conservar el control de los territorios ocupados en Siria, en especial zonas estratégicas como el monte Hermón y la franja de amortiguación en los Altos del Golán. Sus declaraciones, recogidas por Haaretz, se producen en medio de una escalada militar en la región tras la caída del gobierno de Bashar al Assad a finales de 2024.
Netanyahu sostuvo que su gobierno sigue abierto a negociar acuerdos de desmilitarización en el sur de Siria y a garantizar la protección de la comunidad drusa. Sin embargo, fue tajante en que Israel no planea retirarse de las áreas ocupadas: “Queremos conservar estos activos”, subrayó.

El mandatario también rechazó que la normalización con países árabes dependa de la creación de un Estado palestino. Recordó que afirmaciones similares se hicieron antes de los Acuerdos de Abraham, los cuales avanzaron sin cumplir esas condiciones.
En materia de seguridad, Netanyahu anunció un giro en la doctrina militar israelí, declarando que ha terminado la etapa de “enfoque tolerante”. “Si vemos una amenaza, actuamos”, dijo, aludiendo al Eje iraní y sus aliados en la región.
La postura del gobierno israelí coincide con una intensificación de su actividad militar en territorio sirio. Israel ha ampliado su presencia en los Altos del Golán hasta ubicarse a unos 25 kilómetros de Damasco, mientras Damasco insiste en que la retirada total es imprescindible para cualquier acuerdo futuro.
En paralelo, las fuerzas israelíes han ejecutado ataques contra convoyes y posiciones sirias en el sur del país, así como bombardeos en la periferia de la capital, justificando estas acciones como necesarias para frenar amenazas y salvaguardar a la minoría drusa.