Nada tan patriótico como defender los hijos de la patria

Son modos diferentes de ganarse la vida. Unos trabajan en el campo para hacer parir la tierra, otros son obreros y con sus brazos construyen el país; pero también existen otros extraños modos de obtener el sustento. 

Extraño es el caso de una fundación -en estado inactivo-, que en 2022 demandó en justicia al Defensor del Pueblo, POR 200 MILLONES DE PESOS, por haber vestido una camisa que en la manga derecha exhibía una bandera nacional sin el escudo. Ese es el oficio de la entidad, que ya antes había demandado a Iván Ruiz, porque en una transmisión del canal oficial salió un cintillo que decía que la República Dominicana se había independizado de España y no de Haití. 

Pero el asunto más grave, pues el Juez de la Instrucción Especial designado al efecto, (aunque excluyó a la fundación del proceso por falta de capacidad y calidad para actuar en justicia), dictó auto de apertura a juicio en contra del Defensor del Pueblo… “por haber vestido en un programa de televisión una camisa que en su manga derecha exhibía una bandera nacional sin escudo”. 

Si no fuera tan trágica, la decisión sería cómica. Por supuesto que en buen derecho nada de esto va a prosperar y la justicia resolverá el entuerto… pero “la flecha ya está en el aire”, dañando la imagen de una de las instituciones del Estado que más se ha ocupado de promover y defender los valores de la dominicanidad y los símbolos patrios, la Constitución de la República, la soberanía nacional… y ahí están los miles de casos resueltos, como está “La Mesa por los Derechos del Ciudadanos”, "El Costo de Una Patria”, programas creados y realizados para resaltar la importancia del Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, como están también los ejemplares de “La Constitución animada” y “la Ruta de los derechos”. 

Hizo muy bien la entidad en no negociar, y negarse a promover una mala práctica cada vez más difundida en el sector público y privado del país. Nada había para negociar. 

Más que una camisa blanca con una bandera sin escudo en las mangas, por el Defensor del Pueblo hablan sus hechos. Al fin y al cabo, nada es tan patriótico como defender los derechos de los hijos de la patria, de esos, “los humildes, los del montón salidos”. F. Bermúdez Ortega.

El bulevar de la vida 

Pablo McKinney