La actriz rusa Vera Aléntova, recordada mundialmente por su papel protagónico en la película soviética Moscú no cree en lágrimas, ganadora del Óscar a Mejor Película Extranjera en 1981, falleció este jueves a los 83 años, según informó el Teatro Pushkin de Moscú.
“El dolor es ilimitado”, señala el comunicado difundido por la institución teatral, que destacó que Alentova formó parte de su elenco durante más de seis décadas, convirtiéndose en una de las figuras más emblemáticas de la escena cultural rusa. La capilla ardiente será instalada en el propio teatro, donde colegas, admiradores y autoridades culturales podrán rendirle homenaje.
Aunque participó en numerosos largometrajes, el papel que marcó su carrera fue el de Katerina Tíjonova en Moscú no cree en lágrimas, dirigida por Vladímir Menshov. La cinta, estrenada en 1980, se convirtió en un fenómeno internacional y fue la tercera producción soviética en obtener el Óscar a Mejor Película Extranjera, consolidando a Alentova como una figura de proyección mundial.
Nacida en 1942, Vera Alentova debutó en el cine en 1965 con la película Días de verano. A lo largo de su carrera participó en alrededor de 30 producciones cinematográficas, además de una intensa actividad en teatro y televisión.
En sus últimos años, la actriz se mantuvo activa en series televisivas, publicó una autobiografía y se dedicó a la docencia, impartiendo clases de actuación y transmitiendo su experiencia a nuevas generaciones de intérpretes.
La actriz enfrentó un duro golpe personal en 2021, cuando falleció su esposo, el director Vladímir Menshov, a causa del coronavirus. La pareja fue considerada una de las más influyentes del cine ruso contemporáneo.
Con la muerte de Vera Aléntova, Rusia y el mundo del cine despiden a una actriz cuya obra trascendió fronteras y épocas, dejando una huella imborrable en la historia del séptimo arte.