
Milly Alcock, actriz australiana de 25 años que alcanzó fama internacional como Rhaenyra Targaryen en House of the Dragon, fue confirmada como la nueva Supergirl en Supergirl: La Mujer del Mañana, marcando un giro decisivo en su carrera dentro del universo DC.
Criada en Petersham, un suburbio de Sídney, Alcock creció en una familia ajena a la industria del entretenimiento. Fue la menor de tres hermanos y recuerda una infancia sencilla, marcada por la vida de barrio. En el ámbito escolar, sin embargo, enfrentó dificultades académicas, pese a su esfuerzo constante.

Su paso por la Escuela Secundaria de Artes Escénicas Newtown despertó su vocación actoral, aunque pronto decidió priorizar el trabajo profesional sobre los estudios formales.
En su último año escolar, Alcock pasaba más tiempo en rodajes que en clases y tomó la decisión de abandonar la escuela para dedicarse por completo a la actuación. Comenzó con anuncios y pequeños papeles televisivos, construyendo su independencia desde joven.
El primer gran punto de inflexión llegó en 2019 con la serie Upright, que le dio visibilidad internacional y abrió la puerta a proyectos de mayor alcance.
En 2021 fue seleccionada para interpretar a Rhaenyra Targaryen en House of the Dragon. La actriz recordó que recibió la noticia mientras estaba en casa de una amiga y que debió mantener el secreto durante varios meses.

El rodaje coincidió con la pandemia, lo que la llevó a mudarse sola a Londres con apenas 21 años. La serie fue un éxito inmediato y se convirtió en el mayor estreno de HBO desde Game of Thrones.
Durante las grabaciones, Alcock enfrentó momentos de duda, luego de que una figura influyente cuestionara su preparación actoral. La experiencia afectó su confianza, pero también la impulsó a perfeccionarse. “No es suerte, es trabajo”, afirmó al reflexionar sobre su evolución profesional.
La confirmación de Alcock como Supergirl, en una producción dirigida por Craig Gillespie y con un presupuesto de 200 millones de dólares, llegó acompañada de emoción y temor. La actriz admitió que incluso expresó al director sus dudas sobre cómo encarnar al personaje.

Alcock destacó que esta versión de Supergirl se aleja de la figura idealizada y presenta a una protagonista con defectos y profundidad emocional. “Es un desastre, y eso la hace humana”, explicó, señalando que esa complejidad fue clave para conectar con el personaje.
A pesar del reconocimiento internacional, la actriz asegura que su vida cotidiana sigue siendo simple. “Voy a trabajar, vuelvo a casa, llamo a mi madre y preparo la cena”, relató, subrayando que el éxito no cambió su esencia ni su rutina diaria.
Fuente: Infobae.