
El examen chino de ingreso a la universidad, el “Gaokao”, comenzó hoy y en su primera jornada batió un nuevo récord de estudiantes examinados.
12,91 millones, de estudiantes que se juegan su futuro en una prueba que pasará a la historia como la más vigilada hasta ahora para evitar fraudes.
Los ministerios de Educación y de Seguridad Pública declararon este lunes que mostrarán “tolerancia cero” hacia los delitos relacionados con el examen, que se prolongará entre el miércoles y el jueves, e indicaron que la Policía de varias localidades ya han investigado diversos casos de trampas y fraudes.
Entre las infracciones, las autoridades citaron la filtración de las preguntas y las respuestas, la participación de impostores y la compraventa o el uso de aparatos electrónicos que posibiliten trampas durante la prueba.
Desde 2016, copiar en el “gaokao” es un crimen incluido en el Código Penal de China y punible con hasta siete años de prisión, ante la existencia de mafias que intentan vender artefactos a los estudiantes para que hagan trampas, como prendas de ropa con micrófonos incorporados.
La cartera de Educación pidió a los participantes y a los padres que “no confíen en anuncios de centros de capacitación que aseguran conocer las preguntas del examen” o “promesas de aprobado”, ya que “los papeles del examen se mantienen bajo secreto” e “inaccesibles a los centros educativos”.
Asimismo, las instituciones examinadoras de provincias como las sureñas Yunnan y Cantón han mejorado sus controles de seguridad inteligentes, que podrán detectar cualquier dispositivo electrónico como teléfonos móviles, auriculares y relojes electrónicos, recogió el diario local Global Times.
En la ciudad de Bijie, en el centro del país, los postulantes tendrán que pasar por tres controles de seguridad antes de sentarse y comenzar la prueba.
Para evitar la presencia de impostores, la megalópolis de Chongqing (centro) aplicará por primera vez un sistema de reconocimiento facial por vídeo en los puntos de acceso a los centros de examen.