Miles de familias latinas dependen de bancos de alimentos en EE. UU. ante el impacto implacable de la inflación

La imagen tradicional de la Navidad, marcada por mesas llenas y luces festivas, contrasta con la dura realidad que viven miles de familias latinas en Estados Unidos, obligadas a recurrir a bancos de alimentos para enfrentar una inflación que ha reducido drásticamente su poder adquisitivo.

Desde las primeras horas de la madrugada, largas filas se forman frente a centros como MEND (Meet Each Need with Dignity), ubicado en el barrio de Pacoima, en Los Ángeles, donde se distribuyen alimentos dos veces por semana. Allí, personas como Joe Nino, jubilado, esperan durante horas para poder llevar comida tanto para su hogar como para otras familias en situación vulnerable.

“La situación económica es muy baja. Llevo comida para mi sustento en casa y para familias que no tienen una buena situación económica”, señaló Nino a EFE mientras aguardaba su turno.

Gastos básicos

El panorama se repite entre adultos mayores como Victoria Hernández, residente en Estados Unidos desde hace cinco décadas. Aunque está retirada, asegura que su pensión no es suficiente para cubrir gastos básicos como renta y alimentos, una situación que se agrava durante las fiestas.

Según el último informe de Feeding America, la inseguridad alimentaria afecta actualmente a 47 millones de personas en el país, de las cuales 14 millones son latinas. En California, uno de los estados con mayor costo de vida, el problema se intensifica.

El Banco de Alimentos de Los Ángeles, la mayor red de abastecimiento de la región, atiende a 1,2 millones de personas al mes en un área donde viven cerca de nueve millones de habitantes. Su directora de Relaciones Corporativas, Christina Quesada, explicó que el costo de la canasta básica ha aumentado hasta un 60 % en los últimos meses.

Aunque el Índice de Precios al Consumidor mostró una leve caída en noviembre, el impacto acumulado sigue golpeando a familias con empleo estable, un fenómeno conocido como el “working poor”, personas que trabajan pero cuyos ingresos no alcanzan para cubrir necesidades esenciales.

Este escenario se siente con especial fuerza en comunidades mayoritariamente latinas como Paramount, donde la incertidumbre económica se suma al temor migratorio y a las secuelas de recientes redadas y protestas sociales.

Frente a esta crisis, iniciativas solidarias buscan aliviar la carga. Campañas como Season of Giving, impulsada por la cadena Grocery Outlet, pretenden recaudar fondos para ofrecer hasta tres millones de comidas antes de finalizar el año, fortaleciendo la red comunitaria en un contexto donde muchos sienten que el sistema los ha abandonado.