
El secretario general del Movimiento Izquierda Unida (MIU), Miguel Mejía, afirmó en El Sol de la Tarde que, durante el gobierno del entonces presidente estadounidense Joe Biden, fue contactado para servir como enlace en un intento de acercamiento diplomático entre Estados Unidos y Venezuela, una iniciativa que —según explicó— contó con la anuencia del presidente Luis Abinader.
Mejía relató que la propuesta le fue planteada por Christopher Dodd, con el objetivo de transmitir un mensaje orientado a la creación de una mesa de diálogo que permitiera buscar un entendimiento entre ambos países. Indicó que aceptó llevar la comunicación y que, como parte de ese proceso, viajó a Caracas para cumplir con la gestión solicitada.
Durante su intervención, el dirigente político explicó que aconsejó al presidente Abinader mantener una posición de prudencia y neutralidad, al considerar que la República Dominicana podría desempeñar en el futuro un rol de mediación regional. A su juicio, involucrarse directamente o tomar partido en el conflicto podía descalificar al país para ejercer un eventual arbitraje.

Mejía sostuvo que insistió en que cualquier mediador debe actuar con imparcialidad, y que alinearse de forma abierta con una de las partes limitaría la capacidad de facilitar un diálogo creíble entre Estados Unidos y Venezuela.
Según narró, la respuesta recibida desde Caracas fue que el Gobierno venezolano ya mantenía un canal oficial de comunicación con Estados Unidos, el cual preferían preservar sin fragmentarlo a través de vías alternas. No obstante, indicó que las autoridades venezolanas agradecieron la iniciativa, al tiempo que reconocieron que había sido avalada y autorizada por el presidente Luis Abinader.
Mejía explicó que, pese a no prosperar el intento de mediación por esa vía, la gestión se realizó con la intención de contribuir a una salida dialogada a las tensiones entre ambos países y de preservar el rol de la República Dominicana como un actor diplomático equilibrado en la región.